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Michu regresa al Tartiere: este es su legado en la actual plantilla del Oviedo

En sus 7 meses en Oviedo, el director deportivo del Burgos fichó a Sangalli y Arribas y subió al primer equipo a Borja, Jimmy y Lucas

Michu, en una de sus intervenciones ante los medios durante su etapa en Oviedo. | Irma Collín

La falta de sintonía con la directiva, la salida abrupta de Joaquín del Olmo, persona que confió en él para darle el mando de la dirección deportiva, y la filtración de que el club se estaba reuniendo con directores deportivos (el famoso “casting del Marriot” destapado por LA NUEVA ESPAÑA) hicieron que la etapa de Michu como secretario técnico del Oviedo se extendiera solo durante 7 meses. No obtuvieron los azules los mejores resultados deportivos, en una temporada para olvidar que solo se salvó con la irrupción de Ziganda, pero esa apuesta tan marcada por la gente de la casa más el acierto en determinados fichajes hace que el legado de Michu siga hoy en día vigente en el Oviedo.

Del Olmo le dio la alternativa a Michu, a pesar de su escasa experiencia en la materia, tras la salida de Martín González rumbo al Getafe. El ovetense asumió el mando a comienzos de abril de 2019: en teoría como secretario técnico, en la práctica con mando de director deportivo. Así que el mercado estival de 19/20 se convirtió en su primer campo de batalla.

Aquel verano, Michu fichó a cinco hombres: Sangalli, Arribas, Nieto, Ortuño (cedido del Albacete) y Boateng. Además, Martín González había cerrado antes a Javi Fernández. La mayoría dejaron buen sabor de boca y los dos primeros siguen en el Oviedo. Pero su toque a la plantilla más evidente fue el relacionado con el Vetusta, tras la mejor temporada de su historia: acabó quinto.

Michu ordenó el paso al primer equipo de Borja Sánchez (que el año pasado había participado en apenas 5 minutos en Tarragona con Anquela) y Lucas (desaparecido de los planes tras su estreno en juveniles en 2014).

Además, ató a Jimmy, que había debutado al final del curso anterior, con contrato del primer equipo. Son los tres casos más exitosos de su gestión, con presente en el Oviedo. No tuvieron tanta suerte sus otras apuestas desde el filial: Cortina y Lolo, además de Ugarte, con ficha profesional pero finalmente con rutina en el Vetusta, no terminaron de asentarse.

Incluso durante su estancia llegaron Pierre Cornud y Obeng al filial, aunque por entonces la configuración del equipo B era cosa de Lalo Rergis.

Aquella experiencia primeriza en el fútbol profesional desde los despachos se dio por acabada en noviembre de 2019 cuando el consejo comenzó la búsqueda de un director deportivo que sustituyera a Del Olmo en la labor y Michu percibió que no había confianza hacia su trabajo.

Ahora, Michu regresa a la que fue su casa, en dos fases como futbolista y otra más en la secretaría técnica. Y lo hace al frente de un Burgos que el año pasado logró el éxito mayúsculo del ascenso al fútbol profesional. Y llega con una plantilla repleta de guiños al pasado del Oviedo. Julián Calero, el que fuera segundo técnico de Hierro en la 2016/17, dirige una nave en la que Saúl Berjón pone la improvisación. Junto al excapitán, Riki (cedido por el Oviedo y que hoy no puede jugar) y Alfonso Herrero. Además, Ernesto y Alcorcón, que pasaron por el Vetusta.

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