El que fuera segundo entrenador del Oviedo con Fernando Hierro y actual técnico del Burgos, Julián Calero, analizó con amargura la derrota de su equipo: “El partido estuvo igualado, muy cerrado. Lo más justo hubiera sido mínimo el empate, pero en el fútbol no importa la justicia. Ellos han marcado su penalti y nosotros, no. Lo hemos intentado con mucho corazón y poca cabeza. Metimos a todos los de arriba, aunque por fuera estábamos algo despoblados. Con más tranquilidad y acierto podríamos haber empatado. Hay que darle la enhorabuena al Oviedo y seguir a lo nuestro”.