De fichar para el Sporting a asesorar al Oviedo: la nueva vida de Torrecilla

"Jesús me pidió opinión sobre Carrión y le dije que por su método encajaba perfectamente con la plantilla", relata el exdirector deportivo rojiblanco y actual presidente del Everton de Chile

Miguel Torrecilla, en el Salón de la Fama de Pachuca

Miguel Torrecilla, en el Salón de la Fama de Pachuca / N. A.

Nacho Azparren

Nacho Azparren

A cada paso por Pachuca, por la Universidad del Fútbol o en los prolegómenos del acto de investidura del Salón de la Fama, a Miguel Torrecilla (Morille, Salamanca, 1969) le toca estrechar un sinfín de manos. Lo hace en calidad de profesional del Grupo Pachuca, donde es además uno de los hombres fuertes: el salmantino es el presidente ejecutivo del Everton de Viña del Mar, conjunto chileno que forma, junto a Pachuca, León y Oviedo, parte del conglomerado dirigido por Jesús Martínez. "Trabajar en un multiclub es diferente, pero tiene muchas ventajas. Hay una visión más abierta del fútbol y hay que estar siempre dispuesto a ayudar y a pedir ayuda", señala Torrecilla a LA NUEVA ESPAÑA en uno de los comedores de la Universidad del Fútbol de Pachuca, donde acaba de representar a Everton en un acto con Jesús Martínez y Francesco Totti. El que fuera director deportivo del Sporting entre 2017 y 2020 es ahora uno más en la estructura de Pachuca y uno de los consejeros en los que Martínez se apoya a la hora de tomar decisiones.

A Torrecilla se le ve cómodo con su nuevo rol, aunque sea para él una experiencia nueva. "Fue un subidón cuando me propusieron ser presidente. Por suerte he tenido muy buenos presidentes a lo largo de mi carrera y esa experiencia me puede ser útil".

–Pero, ¿cómo pasa un director deportivo a presidente de un día para otro?

–Es lógico que sorprenda. Todo partió de una estrategia personal: quería buscar algo fuera de España. Y me centré sobre todo en la MLS de Estados Unidos y México. Hablé con Jesús Martínez, a quien conozco desde hace tiempo, de cuando estaba en el Celta, para ver si conocía alguna opción interesante. En ese momento yo no estaba pensando en buscar algo en el Grupo Pachuca, sino en que quizás pudiera abrirme otras puertas.

–Y al final sí que fue en el grupo.

–A los 10 días más o menos Jesús me dijo que me llamaría su sobrino. Empecé a hablar con Pedro Cedillo, yo pensaba que con la intención de que asumiera un cargo de dirección deportiva, pero ahí me doy cuenta de que hablan de asumir toda la estructura, de un cargo de presidencia.

Y ahí llegó ese "subidón". Asumir la presidencia de un club importante en Chile, ahora mismo marcha quinto en la máxima categoría, no le dio vértigo al salmantino. "Fue clave que ya conocía bien Chile. En mi etapa del Celta, sobre todo con Berizzo, disfrutamos de muchos futbolistas chilenos: Orellana, Tuco Hernández, Marcelo Díaz… Luego tuve en el Betis a Felipe Gutiérrez. Conocía su fútbol y había estado muchas veces".

Así que Torrecilla se ha mudado a un despacho más lujoso, el del presidente, pero sin olvidar los viejos hábitos. "En Everton tengo un director deportivo y un gerente deportivo, pero al final el que tiene la última palabra sobre los fichajes soy yo. Tengo que estar activo en el área deportiva. Sigo haciendo gestiones que hacía antes, más propias de la dirección deportiva, pero en la agenda del día hay que separar los momentos. Y sigo viendo muchos partidos. En la liga chilena solo puedes tener a 5 no nacionales, así que hay que tener un gran conocimiento del mercado chileno", explica.

En plantilla de Everton, Torercilla tiene a dos futbolistas con pasado azul. Uno, Leo Sequeira, jugó la segunda mitad del pasado curso con Cervera; el otro, Joan Cruz, lo hizo en el filial. Ambos son propiedad del Grupo Pachuca. "Leo está incorporándose de una lesión, pero antes había llegado a un nivel altísimo, siendo determinante. Está jugando por fuera, de extremo, y cuando tiene afinado el tema muscular marca diferencias. En cuanto a Joan, llegó casi sin pretemporada, ahora está recuperando ese terreno. Es talentoso, esperamos mucho de él".

–Presidente de Everton y asesor de confianza de Jesús Martínez. Incluso le pidió opinión en el último relevo en el banquillo.

–Hablo mucho con Jesús. Él sabe que en el Grupo estamos todos a su disposición. Nos conocemos de muchos años atrás y sabe que siempre estaré apoyando. Cuando se decidió que habría un cambio en el banquillo Jesús me pidió una opinión dentro de una serie de candidatos. Y yo se la di.

–¿Y qué dijo de Carrión?

–Que, dentro de una opinión muy subjetiva, me parecía que el perfil de Carrión era bueno para el tipo de futbolista que tiene el Oviedo en su plantilla. Conozco la forma de trabajar de Carrión, primero en el Numancia, pero sobre todo en el Cartagena, y allí fue la confirmación de un método que creía que se adaptaría al Oviedo. Que encajaba perfectamente.

–Usted, que conoce perfectamente la Segunda: ¿Qué le parece la plantilla del Oviedo?

–Yo, en Segunda, siempre digo lo mismo: Hay como 12 equipos que pueden subir. Pero el principal candidato puede acabar perfectamente el 12º, ¿eh? Siempre lo repito: la clave es saber trabajar los momentos de crisis, porque todos lo van a tener. Para mí, el Oviedo es un candidato, pero es uno más entre esos 12 candidatos. También es importantísima la amplitud de la plantilla. Porque los que son menos protagonistas te van a hacer llegar al éxito. Si tienes plantilla corta o no tienes plan B te afectará al final.

–Dígame un jugador del Oviedo que usted como director deportivo hubiera fichado en un equipo que aspira a subir.

–¡Uf! Pues hay varios: Seoane, Bastón, Colombatto, David Costas, que lo subí yo al primer equipo del Celta... Esa columna vertebral me parece importante.

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