Martínez Vega: "Eslonza fue el gran cenobio leonés que extendió su dominio a Asturias"

"La infanta Urraca es la que marca la línea de desarrollo a finales del siglo XI con su dadivosa conducta", afirma el subdirector del RIDEA

Ramón Rodríguez, director del RIDEA, y Andrés Martínez Vega.

Ramón Rodríguez, director del RIDEA, y Andrés Martínez Vega. / Irma Collín

Tino Pertierra

Tino Pertierra

Andrés Martínez Vega, subdirector del Real Instituto de Estudios Asturianos, viajó ayer en el tiempo para indagar en la presencia del monasterio leonés de San Pedro de Eslonza en tierras asturianas, tercera conferencia del ciclo "Huellas milenarias en el monacato astur. En el milenario del monasterio de San Salvador de Cornellana", que coordina el propio Martínez Vega.

"La barrera de altas cumbres que ciñen el territorio meridional de la región asturiana nunca ha sido un impedimento para poner en contacto las tierras, que a ambas vertientes, ejercieron como fronterizas", recordó Martínez Vega.

El monasterio de San Pedro de Eslonza, subrayó, "será uno de los grandes cenobios del antiguo reino de León, que extiende su dominio territorial al norte de la cordillera, en tierras asturianas".

La infanta doña Urraca se vinculó "estrechamente al cenobio por suerte hereditaria, y en el que ejercerá como ‘domina et senior de illo monasterio una pariter cum ille abbas’ , situación adquirida en la comunidad de monjes por los numerosos privilegios y donaciones de bienes, monasterios y haciendas con las que intenta recuperar, ampliar y consolidar el esplendor fundacional del monasterio".

Martínez Vega: "Eslonza fue el gran cenobio leonés que extendió su dominio a Asturias"

Público asistente. / Irma Collín

En este contexto de expansión "se enmarca la presencia de la abadía de Eslonza en tierras asturianas, siendo la infanta Urraca, precisamente, la que marca esa línea de desarrollo a finales del siglo XI con su dadivosa conducta".

En los postreros años de la undécima centuria y en la siguiente, "el monasterio leonés se suma a la nómina de establecimientos eclesiásticos de las tierras foramontanas que penetran en Asturias", explicó el conferenciante.

Es el "Camín Real del Puertu de Tarna el que seguirá la abadía benedictina en su afán de expansión y búsqueda de la marina. La vieja calzada de Tarna era la principal vía de comunicación del entorno de la ría de Villaviciosa, Piloña y el valle del Nalón con la meseta castellana; y además servía de comunicación tanto con el valle de Valdeburón como con León y el valle del Porma".

San Juan de Berbío (Piloña) fue "el primer punto de expansión e implantación del señorío monástico de Eslonza en Asturias. El compromiso de la Casa Real con el viejo cenobio determinó, en buena medida, la consolidación del proyecto de establecerse al otro lado de la cordillera, siendo la infanta doña Urraca la promotora de aquél propósito".