La dificultad para conciliar el sueño, sobre todo si se repite con cierta frecuencia, es un signo revelador a tener en cuenta.

No es fácil establecer a priori cuáles pueden ser las causas. Sin embargo, hay que señalar que a veces puede haber razones que apenas se pueden imaginar. Puede sonar extraño, pero cansar el cuerpo cerca de la noche no favorece el sueño. Se trata de la posibilidad de realizar una actividad física de alta intensidad a una hora demasiado tardía en relación con la hora en que uno se va a dormir.

La cuestión tiene raíces científicas. La práctica de un deporte o de un esfuerzo extenuante provoca niveles elevados de cortisol, endorfinas y adrenalina. Se dice que su acción reduce los efectos de la melatonina.

Hay, por supuesto, casos de individuos que no sufren esta dinámica en absoluto. Sin embargo, quienes hayan empezado a practicar un nuevo deporte recientemente y les resulte más difícil conciliar el sueño, harían bien en intentar seguir los consejos de los expertos.

Posibles consejos

Hacer actividad física, para quienes no tienen contraindicaciones, sigue siendo obviamente un hábito muy recomendable. También porque una persona que hace deporte, sobre todo en los horarios recomendados, sólo puede beneficiar su sueño.

Y éste es sólo uno de los beneficios, tal vez también se considere la posibilidad de perder peso al asociar el movimiento con una dieta baja en calorías.

Sin embargo, según algunos expertos, sería aconsejable, sobre todo en el caso de los esfuerzos de alta intensidad, asegurarse de que se realizan al menos cuatro o cinco horas (para algunos, incluso menos es suficiente) antes de ir a dormir.

Si esto es imposible por motivos de trabajo, podría ser una solución trasladar el entrenamiento a primera hora de la mañana.

También hay que decir que la práctica de actividades de baja intensidad, como el yoga, puede favorecer el sueño. Al igual que cualquier cosa que le ayude a relajarse, como un paseo a ritmo moderado. Sin embargo, siempre vale la pena escuchar al propio cuerpo y, posiblemente, el consejo de un experto.

Otras cuestiones a tener en cuenta

Para entrenar por la noche, entre otras cosas, habría que consumir una cena adecuada para haber tenido un esfuerzo físico importante. Sin olvidar la necesidad de reponer líquidos. Esto, de hecho, requeriría un margen de tiempo adecuado entre la hora en que uno termina de comer y la hora en que se acuesta.

Si se cena demasiado tarde, puede que no haya tiempo suficiente para hacer una buena digestión o para evitar ir al baño durante la noche. Situaciones que pueden no ser propicias para el sueño. Sin embargo, la dificultad para conciliar el sueño puede tener varias causas. Si tiene dificultades para conciliar el sueño, sigue siendo útil saber que puede haber varias causas en el origen. Si las molestias no permiten un reposo adecuado, lo mejor sería hablar con su médico. Él o ella, a través de una reconstrucción de los hábitos del paciente, será capaz de determinar las razones detrás de la criticidad.

Entre las causas del insomnio nocturno también puede estar el malestar causado, por ejemplo, por hacer una siesta demasiado larga por la tarde.

Y, a veces, los consejos para dificultar estos hábitos se refieren incluso al ámbito alimentario. No es casualidad que, según los científicos, se puedan tomar decisiones en la mesa para evitar la somnolencia excesiva después de comer.