Alerta por tos ferina: estos son los síntomas de una enfermedad que vuelve a estar presente

El periodo de incubación de la enfermedad suele ser de 9 a 10 días

Alerta por tos ferina: estos son los síntomas de una enfermedad que vuelve a estar presente

Alerta por tos ferina: estos son los síntomas de una enfermedad que vuelve a estar presente

La tos ferina es una infección bacteriana aguda causada por el bacilo 'Bordetella Pertussis' que, hasta la introducción de los programas de vacunación en 1965, era una de las enfermedades más comunes de la infancia y una de las causas más importantes de mortalidad en niños.

En algunos rincones de España, como Guadalajara, se ha detectado un brote de esta enfermedad.

Síntomas de la tos ferina

Los síntomas más habituales son una tos irritante que poco a poco se vuelve paroxística, generalmente en una o dos semanas, y puede durar uno o dos meses. Estos paroxismos se caracterizan por accesos de tos repetidos y violentos que a menudo van seguidos de la expulsión de moco claro y vómitos. También pueden ir seguidos por un estridor inspiratorio de alto tono, o "gallo".

La infección de la tos ferina se transmite por contacto directo con las secreciones de las mucosas de las vías respiratorias de las personas infectadas o por diseminación de gotas a través del aire, y el periodo de incubación de la enfermedad suele ser de 9 a 10 días.

Sólo en un pequeño número de casos la enfermedad presenta complicaciones que pueden conllevar incluso la muerte. Entre 2007 y 2013 la mortalidad anual media por tos ferina en España ha sido de 4,7 casos, según datos del Ministerio.

Tratamiento para la tos ferina

No obstante, la estrategia más eficaz para prevenir la tos ferina es la administración de la vacuna, que se combina con la de la difteria y el tétanos y en España se administra en varias dosis a los 2, 4, 6 y 18 meses, con una posterior dosis de recuerdo a los 6 años.

¿Por qué la tos de mi hijo a veces suena mal?

Ya solo con oír cómo suena una tos podemos saber si debemos preocuparnos o no.

  • La tos productiva no suele preocuparnos mucho de entrada porque es una tos buena, se nota que está moviendo moco. Y si además no evita el sueño del niño, no tiene fiebre, come y está contento y activo, esa tos no es causa de preocupación”, indica la pediatra.
  • La tos seca: es la que suena mal y es frecuente que no nos deje dormir ni comer de lo seguida e intensa que es. O esa tos estridente, persistente y seca, que aturde, y que tiene que ver con una inflamación de la vía aérea alta -la laringe- o con un asma”.

¿Cuándo debo consultar con un pediatra?

Siempre hay que consultar con un especialista cuando:

  • La tos persista durante más de tres semanas.
  • Esté acompañada de más de tres días de fiebre.
  • Que curse con malestar general.
  • Cuando sea de predominio nocturno o dificulte la vida diaria en extraescolares como el deporte “porque acaban tosiendo y no pueden seguir practicándolo”.
  • O cuando el niño es muy pequeño y la tos le impide comer o dormir.