La Policía, que ha detenido a dos hermanos, encontró sangre en la parrilla de la finca de Siero del crimen y enterramiento

La Policía sospecha que el presunto asesinato pudo producirse el sábado 23 de marzo, día en el que hubo una fiesta, y que el motivo fueron desavenencias familiares

La investigación puso en duda desde el principio que se tratase de una desaparición voluntaria

"Eran una pareja muy trabajadora, amable y discreta", aseguran dos vecinas de la finca donde estaba enterrado el cadáver

La furgoneta de los detenidos, la parrilla en la que se encontró sangre de la víctima y en el recuadro el asesinado.

La furgoneta de los detenidos, la parrilla en la que se encontró sangre de la víctima y en el recuadro el asesinado. / Luis Vega

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

La Policía ha detenido a dos varones colombianos (y no una pareja como se rumoréo inicialmente y trascendió en algunos canales), ambos hermanos, por el crimen de Granda (Siero). Serían cuñados de la víctima, Jhon Jairo Pérez Chavarro, que llevaba desaparecido desde finales del mes de marzo. Fueron los propios familiares los que denunciaron la desaparición, pero la Policía Nacional dudó desde el principio de que se tratase de una desaparición voluntaria y apreció contradiciones en los denunciantes. Todo apunta a desavenencias familiares como desencadenante del crimen, un enfrentamiento que vendría arrastrado de Colombia.

La Policía llevaba dos días rastreando la finca en busca del cadáver. Los agentes de la Policía científica encontraron sangre en la parrilla, prueba de que se había producido una acto violento. Se realizaron varias catas en la finca, primero bajo la cama elástica de la finca y luego en el extremo más alejado. Allí, al pie de una higuera, los agentes encontraron el cadáver envuelto en un plástico y en avanzado estado de descomposición. Según la autopsia, Jhon Jairo recibió una decena de puñaladas, varias de ellas, mortales de necesidad, en el cuello. Habría sido atacado por la espalda.

Lugar donde se encontró enterrado el cuerpo.

Lugar donde se encontró enterrado el cuerpo. / Luis Vega

La fecha más plausible del crimen puede ser el 24 o 25 de marzo. Ahora la Policía debe dilucidar qué ocurrió. La Policía considera que ha detenido a los autores materiales del crimen, pero podría haber más investigados como encubridores del crimen. En las pesquisas han participado agentes de la Policía Nacional llegados de Madrid, en concreto del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT) y de la Comisaría Central de Policía Científica, que han aportado medios tecnológicos de última generación para desenmascarar a los presuntos homicidas, aunque el grueso de las actuaciones ha correspondido a los agentes de la Comisaría de Siero y la Brigada de Policía Judicial de la Jefatura de Asturias.

La vivienda frente a la que se produjo el crimen.

La vivienda frente a la que se produjo el crimen. / Luis Vega

Uno de los detenidos residía con su pareja en una de las viviendas de la finca. "Eran muy trabajadores, amables y discretos, no se cree que hayan podido hacer algo así", aseguraron varias vecinas de la pareja. Lo mismo indicaron la dueña de la finca y su hijo, quienes aseguraron que nunca dieron problemas. Nadie se dio cuenta de que en el prado de la finca, en su extremo más alejado de la casa, se pudría un cadáver. Y con él, las pruebas de un violento crimen que ha acabado sacudiendo la parroquia sierense de Granda.