Juego de salón presentado en su versión más canalla en «El buscavidas», el clásico protagonizado por Paul Newman. Iba jugando por los tugurios, buscando apuestas y apostadores. Presentándose como un torpe cuando era el mejor. Tenía representante y todo para recorrer, a golpe de taco, locales con no muy buenos «amigos». Aquí tenemos a Villar, que no es un buscavidas en el sentido de «El buscavidas», pero sí que se buscó la vida muy bien. El presidente de la Federación Española de Fútbol asomaba ayer en todos los periódicos porque, de nuevo, ganó las elecciones en las que, creo, no tenía contrincante. Eso quiere decir que se va a mantener en el sillón durante 28 años. Terminará en 2016. Habrá gente que no cató otro en el sillón. Nada hay contra Villar. Sólo señalar lo insano de tanto tiempo en el poder. Pero, en fin, si gana, bien ganado está. Nada hay contra Villar, salvo quien sea de algún equipo al que tiene enfilado. Y si te enfila Villar, te enfilan los árbitros, la UEFA y Platini (ese hombre). O sea, billar a tres bandas. Villarato (bautizó Relaño) para más rato.