Cuando la pasarela parisina dicta sentencia, el resto del mundo toma buena nota y va maquinando cómo será la vestimenta femenina y masculina en los próximos meses. Aunque a la capital de Francia le ha salido una dura competencia en Nueva York, la influencia del "charme" francés es más que evidente en la alta costura. En realidad, lo que se entiende por costura, con todas sus letras, solamente se conserva a las orillas del Sena.
Así que los últimos desfiles han devuelto la ilusión a las amantes del lujo y la sofisticación, tanto a quienes pueden comprarlo -cada vez menos- como a las que se conforman con mirarlo, admirarlo, y porque no, copiarlo.
Viktor & Rolf pasearon a sus modelos envueltas en tela de canvas, como si a los lienzos les hubieran quitado los marcos. Una de ellas, la subida a la pasarela, fue colocada por Viktor Horsting y Rolf Snoeren como si fuera una simple figura desnuda a la que había que vestir. Luego, la introdujeron en un marco. También lucían marcos alrededor de sus cuellos y muñecas, como si de collares y pulseras abstractas se tratara. Tal vez, éstos eran incómodos de llevar, pero las modelos lo hacían con gracia.
Alexis Mabille recrea todo ese mundo de lujo y esplendor de las grandes producciones de Hollywood, con trajes de noche en seda salvaje, drapeados y corpiños atados con cintas de raso, una tendencia que regresa con fuerza y que puede convertirse en una de las más seguidas el próximo otoño-invierno.
Chanel recupera las chaquetas acolchadas y el calzado bicolor sin talones, para llevar por el día, con panties tupidos y trajes de falda, larga hasta la rodilla. Por cierto, la minifalda apenas tiene cabida en las nuevas propuestas. La figura se alarga y la tela se estira hasta límites insospechados. Son las cosas de la moda.
Un poco usado, pero muy chic.
Un día después de que se celebrase el desfile Couture de Chanel, la firma italiana Fendi, de la que también es diseñador Karl Lagerfeld, participó, por primera vez, en la Paris Fashion Week Haute Couture con un desfile llamado "Silver Moon", que conmemora las cinco décadas que Karl Lagerfeld ha estado al frente del timón creativo de Fendi. El Teatro de los Campos Elíseos acogió el desfile lleno de emplumados y pieles de todo tipo. Fendi se fundó en 1925 como empresa dedicada a la marroquinería y a la peletería. Ahora, esa tradición regresa con fuerza.
Y Chaumet se inspiró en Josefina...
El lujo se manifiesta en París a través de las piezas de alta joyería. La clientela internacional a la que se dirigen estas joyas, que superan los dos millones de euros, se congrega esos días en la capital francesa y, por ello, las firmas invitan a los VIP a conocer sus últimas colecciones. Chaumet presume de haber vendido cerca del ochenta por ciento de los 45 diseños de la colección inspirada en la primera mujer de Napoleón, Josefina de Beauharnais. A partir de la tiara que el joyero le confeccionó se han desarrollado piezas con diamantes en forma de pera, con el pico hacia abajo, o de cojín, en alusión al famoso diamante Regent de la espada del emperador.
