Anglicanos, católicos y judíos del Reino Unido han sumado fuerzas para intentar detener una enmienda que equivaldría, a su juicio, a legalizar la eutanasia. El arzobispo anglicano de Canterbury, Rowan Williams, el primado católico de Inglaterra y Gales, Vincent Nichols, y el rabino jefe, Jonathan Sacks, han pedido a los lores que rechacen un proyecto de ley que permitiría a las familias británicas acompañar a Suiza a morir a sus seres queridos sin temor a ser perseguidos por la ley. Sostienen que tal reforma legal «supondría un grave riesgo para las personas vulnerables, especialmente los enfermos preocupados de representar una carga para sus familiares».