Madrid, Europa Press

El director ejecutivo de Greenpeace España, Juan López de Uralde, afirmó ayer que se sintió un «preso político» durante su encarcelamiento en Copenhague «por defender sus ideas sobre el clima, manteniendo su máxima de "Planeta vivo"». Asimismo, subrayó que la protesta pacífica y la libertad de expresión y manifestación son «derechos humanos básicos garantizados en la UE». Según datos de la organización ecologista, Greenpeace incrementó en un 20 por ciento la cifra de nuevos socios desde la detención de Uralde. La entidad asegura que «hay que remontarse a 1985» para encontrar una acción que recibiera tantos apoyos.

En alusión al inicio de la Presidencia española de la UE, López de Uralde reclamó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que priorice la aplicación de una política energética europea basada en las fuentes de energía renovables. «La experiencia española en este campo debería servir para que Europa avance en ese camino y que se comprometa de una vez con un 40 por ciento menos de emisiones para 2020», subrayó.