Con tachones, faltas de ortografía y bastante ingenuidad, Elvis Presley entregó en 1970 una carta de cinco folios al presidente Nixon en la que, entre otras cosas, declara su admiración por él y muestra su preocupación por el creciente uso de drogas entre los jóvenes. También critica la ideología izquierdista de los estudiantes demócratas, el comunismo y los movimientos de defensa de los derechos para los negros.