Cantante, actúa hoy en la TPA

Avilés, T. CEMBRANOS

David Civera tiene nuevo disco debajo del brazo, «Podemos elegir», un trabajo de evolución y de punto de inflexión, como él mismo define. Esta noche visita el plató del programa «La gran noche de terapia», que emite la TPA; también atendió a LA NUEVA ESPAÑA.

-¿Cómo está yendo su nuevo trabajo?

-Sorprendente. Yo me esperaba una buena acogida por mi público, ese público que me ha dado ya una carrera y muchos discos y conciertos, y, para como están las cosas de ventas y el momento que estamos pasando en España, ha sido una sorpresa. El disco ha vendido 10.000 ejemplares en dos meses y algo, una cifra muy buena. Es un disco de evolución y de punto de inflexión y estoy muy agradecido.

-Además, en esta ocasión se ha involucrado al cien por ciento con el proyecto e incluso ha compuesto siete de las canciones.

-Me apetecía ofrecerme de manera más personal. Toda la vida son etapas, procesos naturales, tendencias; lo que me faltaba darle al público que ha sido fiel conmigo era a David, su persona, su manera de ser, su música, su producción. Lo he hecho de arriba abajo. Es una apuesta personal y la gente lo ha recibido muy bien. Es el disco que tenía que hacer, que resume muy bien mi momento actual.

-Los que lo escuchen, ¿qué es lo que se van a encontrar?

-Buen rollo, canciones positivas, mensajes. Los títulos de varios temas ya hablan de esa forma de ser, de positivismo, de cómo hay que mirar la vida, de cómo se puede salir de los problemas, de que cada día es una buena oportunidad para cambiar.

-Lleva ya diez años de carrera, casi un disco por año.

-Me ha cundido, aunque tampoco me han dejado parar. Han sido años muy intensos, gratificantes, y es lo que ha hecho sembrar ese cariño. El año pasado me lo cogí para componer, que no sabático. No es lo mismo un disco en el que no participas en la composición que otro en el que tienes que poner lo mejor de ti. En el mejor sentido, parir tus sensaciones, tus sentimientos no es fácil.

-Va a haber gira este año?

-Va a haber un girón. Desde aquí hago un llamamiento a todos los ayuntamientos de Asturias para que me contraten porque hay un club de fans muy importante que me espera con los brazos abiertos, que me sigue desde mis primeros años, antes incluso que sacara mi primer disco, que lo esperan. Es un show de casi dos horas donde hago un recorrido cronológico de toda mi carrera, de las canciones más conocidas, además de presentar el nuevo disco.

-¿Qué queda de aquel adolescente que participó en «Lluvia de estrellas»?

-La misma ilusión, la misma gente, los mismos sentimientos y un poquito menos de inocencia. Cuando uno es inocente te pasan muchas cosas, pero yo construyo sobre lo positivo. Tengo 30 años y planteamientos diferentes. Tenéis Civera para rato.

-Usted representó a España en Eurovisión. ¿Qué le parece el actual sistema de elección del candidato?

-El nuevo sistema me parece una parodia. Estuve allí, lo vi de cerca y en Europa es una congregación de culturas. Eurovisión es un festival de música y lo único que vamos a conseguir es que Europa se ría. Yo, si algún día vuelve a ser lo que fue y Eurovisión se pone en el sitio que merece, me plantearía volver, pero hasta entonces, que ni lo sueñen, porque le tienen que dar el tratamiento que merece. Que vayan compañeros míos, gente que se inicia en el mundo de la música, que vaya alguien que se lo merezca, que se apoye a la gente nueva, pero que no manden a frikis.