Oviedo,

Elena FERNÁNDEZ-PELLO

La Consejería de Bienestar Social, de la que depende el Instituto de Infancia, Familias y Adolescencia, abrió el año pasado 525 expedientes de protección a menores, una cifra notablemente inferior a la del año anterior. En esos 12 meses el número de expedientes se redujo casi una cuarta parte, de modo que al cabo del año se habían tramitado 162 expedientes menos.

Lo más notable fue el descenso de las intervenciones por abusos sexuales: 24 en 2008 y siete en 2009. Es pronto para felicitarse por ello, un sólo año no es tiempo suficiente para dar por consolidada esa tendencia, observaba ayer con cautela la directora del Instituto Asturiano de Infancia, Gloria Fernández. «Podemos atisbar que las políticas de infancia están dando buen resultado». Eso es todo lo que la titular de Infancia está dispuesta a admitir por ahora.

Gloria Fernández presentó la Memoria de Infancia de 2009 haciendo hincapié en los resultados obtenidos con los programas de prevención y apoyo a la familia. Con ellos se ha evitado el internamiento de 1.175 niños asturianos. Otros 1.828 menores se beneficiaron de servicios como centros de día, puntos de encuentro familiar, de mediación familiar o intervenciones socioeducativas con adolescentes en sus propios institutos. Y a pesar de todo ese esfuerzo, la Administración regional tuvo que asumir la tutela de 165 menores.

La cuarta parte de los expedientes de protección abiertos el año pasado por la Consejería de Bienestar Social respondían a una situación de negligencia en el cuidado de los niños; algo más del 20 por ciento, 112, se iniciaron ante un abandono literal; 51 niños fueron víctimas de maltrato, ocho fueron sometidos a explotación laboral y siete a abusos sexuales.

El área de Oviedo, la más extensa, concentró el mayor número de expedientes, 218. Gijón registró 128, Avilés 95 y Langreo 32. La directora de Infancia destacó que el 42 por ciento de los niños con un expediente de protección abierto son hijos únicos, reflejo del contexto demográfico.

La Consejería de Bienestar Social ha apostado por la prevención y la permanencia de los niños con sus progenitores. Cuando es inviable el acogimiento, con parientes o o con familias ajenas, se procede al internamiento en centros residenciales. A lo largo del año pasado se constituyeron en Asturias 98 nuevos acogimiento, así que en diciembre 625 menores vivían en esa situación.

Gloria Fernández calificó de «muy buen dato» el incremento de los «acogimientos especiales». Son aquellos de los que se benefician niños con discapacidad, de minorías étnicas, mayores o grupos de varios hermanos, gestionados a través del programa «Se buscan abrazos». En un año se triplicaron y proporcionaron una familia a 62 menores. En 2008 habían sido 23.

Las unidades de primera acogida para menores -el primer destino de los menores que no tienen una familia que cuide de ellos- acogieron a 223 niños a lo largo de 2009. Más de la mitad (119) ingresaron en el Materno Infantil de Oviedo y el 41 por ciento de los ingresos fueron de menores extranjeros, 91 en total, la mayoría marroquíes (62).

La Memoria de Infancia recoge también datos de adopciones, nacionales e internacionales. En ambos caso, observó Gloria Fernández, las solicitudes han disminuido. En adopción nacional se recibieron 92 solicitudes, 26 menos que en 2008, y se formalizaron 37 adopciones. Las solicitudes en internacional fueron 76, 10 menos que el año anterior. Se constituyeron 38 y la mayoría de los niños eran rusos (9), etíopes (9) y chinos (8).