Los inmigrantes menores de edad consumen menos alcohol y menos drogas que los jóvenes españoles, según un informe de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes en España (ATIME). No obstante, casi el 11 por ciento de los menores extranjeros entre 14 y 18 años ha consumido cocaína, y el 4,8 por ciento de los inmigrantes ha inhalado pegamento.