OVIEDO,

El Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha señalado que el Papa ha visitado Santiago de Compostela "como peregrino" ayudándo "a reconocer en Cristo el inmerecido regalo de una verdad que se hace belleza en la caridad", y ha destacado que el Santo Padre "quiso decir alto en el Obradoiro que Dios no es un intruso, ni enemigo del hombre, de su felicidad y su libertad".

"En la encrucijada de caminos en los que los hombres y mujeres nos encontramos, Dios tiene que ver con cada uno de nosotros. Él se ha hecho caminante también para salir a nuestro encuentro", ha señalado monseñor Sanz Montes, para añadir que "no es bueno tomar el nombre de Dios en vano o usarle para las cuitas propias", pero si el hombre le "excluye" de su vida, "sucederá lo que decía el teólogo Henri de Lubac: que cuando se hace un mundo sin Dios, se hace contra el hombre".

Por su parte, el Arzobispo de Oviedo ha destacado de la visita del Papa a Barcelona que "Dios se ha revelado amigo y familiar, como ha reflejado el talento creyente del arquitecto Antonio Gaudí, como un canto a la belleza de Dios que se ha hecho historia salvadora".

En este sentido, ha añadido que los hombres son "familia de Dios, imagen bondadosa suya reflejada en el amor y fidelidad de un hombre y una mujer abiertos a la vida". "Frente a la original belleza de la Basílica de la Sagrada Familia, la verdadera obra maestra somos los hijos de Dios, en donde Él ha querido poner su morada para introducirnos en su corazón", ha señalado.

BERZOSA DICE QUE BENEDICTO XVI ESTÁ "EN FORMA"

Por su parte, el Obispo Auxiliar, Raúl Berzosa, ha mostrado su gran interés "por volver a ver y escuchar al Papa Benedicto XVI". "Hace meses me dejó preocupado y temeroso por su estado de salud. Estos dos días vividos junto a él, por el contrario, he podido sentir de cerca a un Papa en forma y en su mejor línea: claridad y profundidad en su palabra. Sólo lo consigue un maestro", ha destacado.

Del paso del Santo Padre por tierras gallegas, Berzosa ha puesto el acento por un lado, "el haber confesado que llegaba como verdadero peregrino no sólo para recorrer un secular camino físico y exterior, sino una senda de renovación interior y profunda que hace de la vida misma un camino hacia el Eterno".

Por otro lado, "el grito de que Europa necesita de Dios y redescubrir y defender la vida en todas sus dimensiones. Esa Europa de la modernidad no tiene que temer a Dios y debe saber reconciliar su legítimo deseo de libertad con la dimensión religiosa más genuina, que aporta verdad, amor y belleza. Dios no es ni enemigo ni contrario del hombre que busca la libertad. Verdad y libertad van unidas y hacen posible la justicia", ha destacado.

Sobre la visita a Barcelona, Berzosa ha comentado el "milagro arquitectónico" de ese templo único "que sabe buscar y encontrar la luz, que es Cristo. Un templo que encierra tres dimensiones conjuntas: la belleza de la naturaleza, la belleza de la Sagrada Escritura y la belleza de los misterios cristianos".

Asimismo, ha añadido que "el Papa recordó que, como Cristo, cada cristiano somos, al mismo tiempo e indivisiblemente, templos vivos, altares existenciales y ofrendas agradables a Dios". "Se atrevió a decir, en el clima fraterno del almuerzo con los obispos, que si bien la nueva Basílica era muy bella, le admiraban mucho más las piedras vivas que son los bautizados de aquella iglesia", ha apuntado.