Oviedo, Javier BLANCO

Aprovechando que Luz Casal acaba su clase de francés, la cantante dice que está «très bien», como ya adelantó esta semana en un comunicado en su web (luzcasal.es). Entre clase y comida mantiene una charla rápida con LA NUEVA ESPAÑA. Como le dijo un colega, con su regreso todo está más adornado. Y como le dice mucha gente que la anima, su recuperación y vuelta a los escenarios será también un mensaje de ánimo para enfrentarse a los problemas mundanos y cotidianos, crisis y controladores incluidos. Efectivamente, Luz estará en el escenario del Madrid Arena el 4 de febrero, el «Día mundial contra el cáncer» (entradas a la venta en www.entradas.com)

«Vamos a ver; cuando me dijo el médico que en estos casos hay posibilidades de recaída, evidentemente prefería no estar dentro del porcentaje de personas que repite. Siempre le doy la vuelta a las cosas. Sin miedo, en cualquier caso. El miedo te coarta. Es un lastre más a añadir sabiendo la lección y quitando de mi memoria lo anterior. Lo tomé como otra novedad», explica la cantante a la pregunta de si se desesperó o perdió la esperanza cuando supo del cáncer de mama en su seno izquierdo tras superar, en 2007, otro tumor. No hay ataque de «desesperanza, no a mí. Pensé más en mi familia que en mí misma, en los dos casos», argumenta la cantante sobre este asunto del ánimo y añade que ya está en la «última semana del tratamiento».

Cuando tuvo el cáncer por primera vez, Luz contaba que, durante el tratamiento, tuvo tiempo de pensar en dos discos; más tarde saldría «Vida Tóxica» (2007) y «La Pasión» (2009): «Esta vez pensé un solo disco, con uno me llega. Estoy muy satisfecha de lo que tengo. Y luego, como siempre en estos casos, es cuando con mayor libertad escribo, compongo y trabajo sobre cualquier cosa. No me autoimpongo nada. No me pregunto si este tema es duro o rítmico; ya llegará en su momento el día en que haga una selección. Ahora es libre», apunta la cantante ligada a Asturias desde niña y, por cierto, Asturiana del mes de setiembre de LA NUEVA ESPAÑA en 2008.

Bien, la nube despeja y todo está en marcha de nuevo: «La fecha», del concierto de regreso, «está elegida por lo que representa. Una cosa es que tengas la enfermedad, y otra conocer a quiénes llega. Yo he recibido mensajes, testimonios de hombres que también pasan lo suyo. Nos parece de un significado amplio hacer el concierto ese día» (El «Día mundial contra el cáncer»). La cantante continúa: «Te das cuenta de que vuelves cuando recuperas tu tono habitual. Volver a la normalidad es ponerte a trabajar. Para mí, a medida que iba pasando cada sesión de quimio era una menos que quedaba. Por eso puse» (en el comunicado) «el símil de la escalera y de subir peldaño a peldaño. Entonces, cuando ves que queda poco para terminar el tratamiento, le das el punto de no ser temerosa, que es lo suyo», reflexiona la cantante que hizo temblar de emoción el mítico Olympia de París.

Luz Casal siempre tiene muy en cuenta su entorno, sus próximos, sus colegas: «Cuando digo colegas me refiero a los músicos de mi banda, y otros colegas de la escena. En cuanto a la familia, mi madre es una mujer que se crece con las dificultadas. Por eso es importante que no vean temores. No me gusta regodearme en la pena. Veo el vaso medio lleno, y el que así lo percibe le sirve para no estar triste», apunta Luz con suma serenidad.

Y en este campo de lo cercano, del ánimo, del compañerismo y la amistad, la voz de «Piensa en mí» cuenta algo que le dijeron recientemente y que la sedujo, la alegró y la empujó para tener un punto más de alegría: fue ayer mismo (por el viernes) «me dijeron una cosa que me gustó mucho, además es una frase de un colega, de un músico: "Luz, contigo esto está más adornado"», eso le dijo Pepe, el de «No me pises que llevo chanclas».

Y, claro, hay que sacar a pasear la vida cotidiana. Por eso hay un momento para entrar en temas de actualidad; o mejor, hay un pequeño espacio para observar cómo se trata el día a día desde una posición como la que ha sufrido Luz Casal este último medio año que el cáncer le impidió esa normalidad: «Cuando estás enfermo eres egoísta. Vives más intenso. Yo percibo el mundo de una manera directa, por los actos de mucha gente y esta realidad me la ofreció la gente con sus mensajes. Entiendo que mi vuelta les va a dar mucha alegría y fortaleza ante la que está cayendo; es como una misión». En esta conversación aún hay más motivos para celebración ante una gira: «De entrada», explica Luz, «haremos los sitios que anulamos y los compromisos de fuera, como Turquía, Francia y Grecia».

Y en la despedida Luz dice: «Un abrazo a toda la gente asturiana que me mandó centenares de mensajes. Nos vemos en Navidades».