Oviedo / Madrid,

Javier NEIRA / Europa Press

La sonda «Voyager 1» de la NASA ha llegado al punto límite entre nuestro sistema solar y el espacio sideral abierto, a más de 17.000 millones de kilómetros de distancia del Sol, según ha informado la agencia espacial norteamericana.

«Voyager 1», que pesa 722 kilogramos, ha permitido, entre otras cosas, que los científicos comprueben que la velocidad del viento solar, al alcanzar esta zona, disminuye hasta hacerse cero debido a la presión interestelar.

Desde su lanzamiento en 1977 los científicos han realizado cuatro mediciones mensuales hasta estar convencidos de que la velocidad del viento solar disminuía a medida que el «Voyager 1» se acercaba al espacio interestelar. Los responsables del proyecto estiman que el «Voyager 1» cruzará esta frontera definitivamente en unos cuatro años. Los resultados fueron presentados el pasado lunes en la reunión de la Unión Americana de Geofísica (AGU) en la ciudad norteamericana de San Francisco.

«El viento solar ha doblado la esquina», indicó Ed Stone, científico jefe del proyecto «Voyager», que está impulsado por el Instituto de Tecnología de California en Pasadena, «"Voyager 1" se acerca al espacio interestelar».

Una nave gemela, la «Voyager 2», también fue lanzada en 1977. Ambas han estado viajando a lo largo de diferentes trayectorias y a velocidades distintas. Los científicos esperan que en los próximos años la «Voyager 2» registre el mismo tipo de fenómenos que la «Voyager 1», con anotaciones similares que ratificarían las ya obtenidas.

La «Voyager 1» es la misión espacial que ha obtenido más éxitos de todas las hasta ahora emprendidas. Fue lanzada en 1977, ha visitado las cercanías de los dos mayores planetas del sistema solar, Júpiter y Saturno, logrando las primeras imágenes verdaderamente detalladas de esos dos gigantes, mientras que la nave gemela, la «Voyager 2», hacía lo propio en las órbitas, más lejanas, de Neptuno y Urano, donde se encuentra actualmente.

La aventura ha ido, en todo caso, mucho más allá. «La Voyager 1» no se detuvo allí, su largo viaje la ha llevado hasta la mismísima frontera del sistema solar, al tiempo que la maravillosa empresa lograba otro hito, ya que en la actualidad se encuentra tan lejos de la Tierra que está ya fuera incluso del alcance del viento solar.

Pero ¿en qué consiste esa aparentemente misteriosa fuerza? El viento solar es un flujo continuo de partículas cargadas que el Sol emite en todas las direcciones del espacio, formando de esa forma una especie de gigantesca burbuja denominada heliosfera, un enorme globo que envuelve todo el sistema solar. Las partículas en cuestión, que viajan a cientos de miles de kilómetros por segundo -en realidad, prácticamente a la velocidad de la luz- se ralentizan, sin embargo, cuando llegan a la lejanísima zona que los astrónomos conocen como heliopausa, un territorio donde la radiación solar se encuentra con la que, en sentido contrario, procede de otras estrellas. En ese punto el viento solar se detiene, creando la superficie límite de la burbuja que envuelve por completo nuestro sistema planetario.

En el año 2004 la «Voyager 1» ingresó en la remota región donde las fuerzas interiores, con origen en el Sol, y las exteriores, que proceden de otras estrellas, se empiezan a equilibrar. Pero ha sido necesario que aún transcurriese un lapso importante de tiempo para estar completamente seguros de que el viento solar no sólo ha disminuido, sino que ha cesado por completo. Nada empuja a la «Voyager 1» después de un viaje tan largo. Como indica la NASA, la nave está a punto de ingresar en el inmenso espacio interestelar, en unas regiones nunca exploradas hasta ahora.

El vacío absoluto no existe. El espacio está cruzado por un amplio abanico de radiaciones electromagnéticas. Y, en todo caso, hay, asimismo, un gas muy frío y tenue que los astrónomos denominan como medio interestelar. La primera vez que los investigadores comprobaron que en el entorno de la sonda la velocidad del viento solar era cero fue durante el pasado mes de junio. Había alcanzado el punto de equilibrio. Aun así, en esa zona de transición es frecuente que se manifiesten fluctuaciones del empuje del viento solar, ya que los límites de la burbuja no son uniformes. Ésa ha sido la causa por la que la NASA no ha anunciado hasta ahora la meta alcanzada por la sonda.

La sonda de la NASA se desplaza a unos 60.000 kilómetros por hora.