Un calzado adecuado a las necesidades de cada actividad deportiva favorece su práctica al tiempo que reduce las posibilidades de padecer lesiones.

Los pies, que sufren con el ejercicio físico, merecen ciertas atenciones y el calzado es una de ellas. No en vano, son el medio natural de locomoción y primordiales para realizar la mayoría de los deportes. Por ello, a la hora de elegir un equipamiento deportivo es conveniente prestar especial atención al calzado y escoger aquel que mejor se adapte a las necesidades de cada persona. En este sentido, Alejandro Braña Vigil, jefe de traumatología del Hospital Central de Asturias, señala los aspectos que han de tenerse en cuenta:

l Elegir el modelo en función de la disciplina deportiva que se vaya a practicar.

l Valorar el peso, el desarrollo muscular y la elasticidad de cada individuo.

l Tener en cuenta el terreno o la superficie sobre la que se actuará.

l Es aconsejable que el calzado se ajuste a cada tipo de pie: egipcio (cuando el dedo gordo es el más largo de todos), griego (el segundo dedo es el que domina en tamaño) o cuadrado (los dos primeros dedos son iguales y con cierta uniformidad respecto al resto).

l Basar la elección en la longitud del pie de mayor tamaño. Somos asimétricos y, por lo tanto, un pie es más grande que otro.

l El calzado no debe ser ni muy flojo ni muy apretado. En cuanto al largo, se aconseja que mida un centímetro, aproximadamente, más que el pie.

l Acudir a comprarlo por la tarde o después de haber caminado alrededor de media hora.

l Probarlo con el tipo de calcetines que se vaya a utilizar.

l Adoptar posturas extremas con los pies (en cuclillas, de talones, de puntillas..) para comprobar que el modelo elegido no causa molestias.

l No estrenarlo el día de una competición.

El uso de un calzado deportivo inadecuado deriva en lesiones agudas por sobrecarga u otras más graves y con daños crónicos. Y para resaltar la conveniencia de elegir el más apropiado, el traumatólogo asturiano señala que. al correr, el talón soporta tres veces el peso del cuerpo, mientras que en un salto el peso que soporta se multiplica por seis. Es decir, tras horas de ejercicio y entrenamiento, distintas partes del cuerpo, como pies, tobillos, rodillas, caderas y hasta la columna vertebral se pueden ver afectadas de forma negativa, apunta Braña.

Hoy en día existe en el mercado una amplia variedad de marcas que ofrecen modelos aptos para todas las necesidades y al alcance de todos los bolsillos. Y dado que la mayoría de los deportes son de impacto, el calzado debe estar provisto de lo que se ha denominado cámara de aire. Situada generalmente bajo el talón, sirve de amortiguador; es decir, de colchón de aire que reduce notablemente el impacto, al tiempo que proporciona comodidad, la que también otorgan los tejidos ligeros con los que se fabrica el calzado deportivo y que permiten una ventilación del pie.