Oviedo, E. G.

Un dos por ciento de los niños residentes en Asturias entre 0 y 15 años ha sufrido algún tipo de discriminación significativa en el último año, según la I Encuesta de salud infantil para Asturias 2009, cuyo avance de resultados se dio a conocer anteayer por el consejero Ramón Quirós. La franja de edad entre los 11 y los 15 años es la más vulnerable a estas situaciones de acoso o menosprecio, y también es mucho más frecuente en niñas que en niños.

Casi la mitad de los niños que han sufrido discriminación -no necesariamente en sus centros educativos- lo ha sido a causa de su etnia o país de origen. Un 17% lo fue por su sexo, y un porcentaje similar por su discapacidad. Sólo el 5% de los niños discriminados sufrió algún tipo de problema a causa de su religión.

Los datos fueron recogidos a partir de unas 2.500 encuestas realizadas por la Administración regional entre diciembre de 2009 y enero de 2010. Las encuestas fueron personales en el hogar y con los padres como interlocutores principales. La percepción familiar en torno a la salud de sus hijos es casi unánime: el 95% de los encuestados la califica de buena o muy buena. Sin embargo, los datos relacionados con las agresiones o las discriminaciones ponen en guardia.

En torno a un 1,2% de los niños asturianos ha sufrido alguna agresión física en el año anterior al momento de la encuesta, y la proporción -muy significativa- es cuatro veces superior en niños que en niñas. Dos tercios de las agresiones, según relatan los padres, se produjeron en la guardería, en el colegio o en el instituto. La franja más vulnerable es la de los varones entre los 11 y los 15 años, es decir en la etapa de la ESO, con un fleco en los últimos años de la Primaria.

Las estadísticas pueden tener relación con la publicada ayer por este periódico, dentro de esta misma encuesta regional de salud infantil, la primera que se hace en el Principado y que se verá repetida en ediciones posteriores. En esa estadística se señalaba que un 4,4% de los niños asturianos entre 4 y 15 años presenta índices de riesgo de mala salud mental, y destaca el 11% que podría estar en riesgo de hiperactividad (porcentaje que sube al 13 en varones). En la llamada escala emocional hay un 7% de niños en riesgo (sube a medida que se van cumpliendo años). Otro 6% de la población infantil asturiana presenta riesgos o dificultades en la interacción con los compañeros.

El hecho de que casi la mitad de las discriminaciones detectadas por la familia tenga que ver con los países de origen o etnias concretas da valor a otro de los apartados de la I Encuesta de salud infantil: el de los datos socioeconómicos. Un 8% de los niños hasta 15 años que viven en Asturias no ha nacido en la región, y un 13,5% vive en familias monoparentales.

Se trata de una generación de hijos únicos, porque así ocurría en más de la mitad de las familias consultadas para este estudio regional. Sólo un uno por ciento de los niños no convive ni con su madre ni con su padre. El 27% de las madres consultadas realizaba trabajo doméstico no remunerado como actividad principal, porcentaje que se reduce a un simbólico 0,1 por ciento entre los padres.