Oviedo, Eduardo GARCÍA

Los asistentes ayer a la sesión de apertura de curso en el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) se enteraron de una hermosa historia de amistad ocurrida hace poco más de dos siglos. Él - era Gaspar Melchor de Jovellanos se evitan, por innecesarias, las presentaciones-. Ella, la inglesa Elisabeth Holland, la esposa de Henry Vassall-Fox Holland.

El profesor Agustín Coletes Blanco, miembro de número permanente del RIDEA, fue ayer el encargado de la lección inaugural del nuevo curso. Y lo hizo desgranando aquella amistad entre el polígrafo gijonés y la mujer de Lord Holland, amigo íntimo de Jovellanos. Lady Holland escribió diarios durante buena parte de su vida. Uno de esos diarios recoge detalles de los dos viajes que el matrimonio realizó a España. El primero, entre 1802 y 1805. El segundo, entre 1808 y 1809, ya con España en guerra contra los franceses.

La conferencia se tituló «Jovellanos en el Diario Español de Lady Holland». El protagonismo del político asturiano es muy distinto en cada uno de los dos diarios. En la época del primero Jovellanos está preso en Mallorca por orden de Godoy. Hay pocas referencias a Jovellanos pero en una de ellas, muy amplia, Lady Holland habla de las duras condiciones del cautiverio, iniciado en marzo de 1801 y finalizado siete años más tarde.

En el diario de Elisabeth se cuentan los manejos de trastienda que el matrimonio Holland realiza o quiere realizar al más alto nivel para facilitar la libertad de Jovellanos.

Lord Holland pide ayuda al almirante Nelson, que se la niega. Tratan infructuosamente de tener algún contacto con Manuel Godoy, general de generales, y la propia Elisabeth Holland recurre al embajador de Francia en España, también sin resultado. Elisabeth recoge en su diario «el odio y el rencor» de Godoy hacia Jovellanos.

En el segundo diario, los Holland coinciden con Jovellanos, ya libre, cinco meses en Sevilla. Los contactos personales son muy frecuentes, hablan de todo, y Jovellanos les informa de la situación y los pormenores de la Junta Central, el órgano de gobierno de la España que se oponía a las tropas de Napoleón.

La lección de Agustín Coletes se produjo después de la sesión privada del RIDEA en el que fue aprobada la memoria del curso anterior, se dio la bienvenida a los diez nuevos miembros del instituto, y se acordó iniciar contactos con los grupos políticos ante la elaboración de la nueva ley del RIDEA, el texto legislativo que acompañará al nuevo rumbo de la entidad que preside desde hace pocos meses Ramón Rodríguez.