Si los estados de vida y muerte están meridianamente claros para el pensamiento humano, no sucede lo mismo con el tránsito entre una y otra. Conceptos como "eutanasia" y "muerte digna" abren un debate con infinidad de tonalidades que seis profesionales de diferentes ámbitos abordarán en la sesión que el colectivo "Tertulias en Llanes" organizará mañana en la Casa de Cultura de la villa llanisca a las 19.30 horas.
Entre los tertulianos estará el médico anestesista y presidente de la asociación Derecho a Morir Dignamente Luis Montes Mieza, que fue destituido de su puesto como coordinador de urgencias del Hospital Severo Ochoa en 2005 por unas supuestas sedaciones incorrectas que los tribunales descartaron, así como la causa de varias muertes. También participarán los profesores de Filosofía Moral de la Universidad de Oviedo Asunción Herrera y Francisco Javier Gil Martín; el catedrático de Derecho Constitucional de la misma institución, Miguel Ángel Presno Linera; la investigadora Noemí Sanz Merino y el médico y ex jefe del Servicio de Oncología del HUCA Ángel Jiménez Lacave.
Construirán el conocimiento desde sus respectivos campos y prometen controversia desde el momento mismo de la definición, pues Jiménez Lacave destaca la "gran disparidad en las opiniones de lo que es la eutanasia". Entendida en sentido etimológico, "una buena muerte", el doctor cree que "no hay discusión ni controversia" en este sentido. Sí la ve, en cambio, en la acepción médica, en el "acto intencional y deliberado que causa la muerte inmediata a una persona con una enfermedad dolorosa e incurable". El oncólogo afirma que el fin del acto médico "ha sido siempre, es y seguirá siendo curar o aumentar la supervivencia, si no puedes curar o aliviar".
La cuestión médica no está exenta del ingrediente filosófico, algo sobre lo que Jiménez Lacave disertará mañana en lo que él mismo llama "los límites éticos del control del sufrimiento". Como adelanto y en relación con el caso de su colega Montes Mieza, el facultativo reconoce: "Hay un punto donde es muy difícil saber si estás haciendo eutanasia o sedación". Sea cual fuere el límite, lo que está claro, al menos para Asunción Herrera, es que el tema ha sido una preocupación "constante" desde las religiones tempranas y el pensamiento filosófico temprano. "Sólo hemos de pensar en los sujetos de la cultura clásica que prefirieron morir con dignidad a vivir con deshonor", añade la profesora.
A su juicio, la cifra de los 3.900 asturianos que solicitaron el "testamento vital" (que sirve para anticipar la voluntad del firmante sobre el tratamiento de salud) desde que se puso en marcha en 2008 no es indicativa del debate que existe y añade que, a pesar del número, "hay una preocupación fuerte y creciente por el tema". Pero, ¿qué posibilidades ofrece la ley española hoy en día a quien quiera decidir sobre su forma de morir? Miguel Ángel Presno Linera esboza varios escenarios. La renuncia a un tratamiento o a ingerir alimentos, "aunque estas conductas impliquen la muerte", está recogida en la legislación vigente, así como el mencionado "testamento vital" o "documento de instrucciones previas", aunque en España "no hay un derecho reconocido a que se nos ayude a morir, como sí existe, con condiciones, en Bélgica, Holanda y Suiza", añade.
