Toni Sarrión es el alma máter de Mustiguillo, una bodega valenciana que se ha empeñado en ser el santo y seña de la Bobal. Desde El Terrerazo podemos degustar un caleidoscopio de vinos realmente apasionantes y emocionantes. Los años de profesión me permiten venirme arriba en algún momento y puedo decir que desde hace tiempo, cuando alguien me pregunta por un vino sorprendente, sin dudarlo casi siempre me inclino por el Mestizaje Blanco, una Merseguera que quita el hipo y que por menos de diez euritos quedas como un rey. Parece ser que los hijos de la Gran Bretaña se han dado cuenta hace relativamente poco de las joyas que tenemos en nuestro suelo patrio y a través de sus prestigiosos Decanter Awards le han otorgado al Finca Terrerazo el apelativo de mejor vino de España por menos de quince libras.
Desde hace unos meses, Toni Sarrión se ha metido de lleno en un nuevo proyecto, esta vez de manera independiente a la bodega: Risky Grapes (uvas arriesgadas) donde se trabaja con bobales y tempranillos que la familia Sarrión tiene en secano y vendimiado a mano, pero en la zona de Requena, fuera por lo tanto de la DOP El Terrerazo, denominación de origen que acoge a los vinos de Mustiguillo.
El proyecto Risky Grapes nace para ofrecer vinos más atentos a los nuevos consumidores, buscando ofrecer simplemente vinos para el disfrute. Vinos dinámicos y creativos; frescos y divertidos que reflejen el auténtico carácter mediterráneo de la zona. Con esta idea nace La Traca 2013, un 85% de bobal fermentado y madurado en depósitos de inox, hormigón y fudres de madera, con una aportación de madera casi testimonial, teniendo un cuidado especial con el trabajo de lías. Fruta y frescura es lo que destaca sobre el vino que más me ha gustado este año, teniendo en cuenta su ajustadísimo precio. Con esta calidad, desconozco que es lo que Toni arriesga en este proyecto.
