Tàpies, Ibarrola, Úrculo, Vaquero Palacios, Kely, Carlos Sierra, Miguel Galano, Aurelio Suárez, Ruperto Caravia, Jaime Rodríguez, Faustino Ruiz de la Peña, Zuco, Kiker... son sólo algunos de los nombres más significativos del amplio listado de firmas que integran la extensa exposición que desde hoy cuelga en las paredes de la galería Texu de Oviedo.

Los hermanos Gonzalo y Javier Romero, propietarios de la galería, también taller de enmarcación, llevan meses trabajando para sacar a la luz lo que podría llamarse la obra de más de una vida. Y es así porque el medio millar de cuadros que han conseguido embutir en la tienda de la calle Postigo viene desde muy atrás. Nietos, hijos, sobrinos y hermanos de artistas, en su nómina familiar figuran nombres como Santiago, Covadonga, Chelo y Chelín Romero, entre una larga lista que incluye también a Ruperto Caravia. Desde muy niños acompañaron las salidas al campo a pintar del conocido grupo paisajista de Oviedo, del que formaban parte artistas que compartían afición y amistad con sus parientes más cercanos.

En la casa familiar de la Corrada del Obispo, la pintura y las tertulias sobre arte eran casi el pan de cada día y el poso del que surgió su atracción por lo que acabó siendo su ocupación profesional. De entonces proceden muchos de los cuadros que ahora cuelgan en la galería en estrecha comunión con muchos otros de factura más reciente.

Aunque sus inicios profesionales están en el campo del enmarque, conservación y montaje de obras, hace siete años decidieron dar el paso y abrir una galería en la que tuvieran cabida las tendencias artísticas más contemporáneas. Fue un acierto que se dio de bruces con una crisis que también pasó factura a Texu, obligándola a mantener los dos últimos años el apartado de exposiciones en estado durmiente. No así la cabeza de los hermanos Romero, que comenzaron a madurar la posibilidad de hacer una gran muestra con los centenares de obras que integran los fondos de la galería.

El resultado es una exposición al alcance de todos los bolsillos. En los más de 500 cuadros -la mayoría de pequeño formato-, que se pueden encontrar en Texu, en la calle Postigo Bajo, hay óleos, fotografías, grabados, acuarelas, litografías... todo lo imaginable, enmarcado con gusto y a precios asequibles que van desde los 30 a los 4.000 euros. Amelia Valcárcel, filósofa y vicepresidenta del patronato del Museo del Prado, destacaba ya en el catálogo de la muestra inaugural de 2008 el gusto de los hermanos Romero, "que les viene de casa", y su "arte para mostrar y exponer que redunda en beneficio de todos los que confían en ellos".