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Un camino entre pucheros

Guisos con fundamento en San Martín

El pote tevergano y el arroz con jabalí son algunas de las especialidades de Concha Martínez, al frente de la cocina de La Posta del Camín Real, en Teverga

Cuando, en vez de por la carretera habitual, se opta por llegar a San Martín de Teverga desde Somiedo, tras atravesar el puerto de San Lorenzo, lo primero que se divisa a pocos metros de bajar es la Colegiata de San Pedro, una iglesia de estilo románico primitivo, bien de interés histórico artístico. Hay constancia de que allí existió igualmente el monasterio de San Pedro de Teverga. La visita al edificio se realiza con guía. Cabe señalar que dentro, en la zona de la sacristía, hay un museo donde se encuentran los cuerpos momificados del marqués de Valdecarzana y de su hijo, Pedro de Miranda, abad de la colegiata entre 1690 y 1720.

Frente a este edificio hay un hotel con un curioso nombre: La Posta del Camín Real, en cuyo bar restaurante se sirven, a diario, diversos platos propios de cocina tradicional asturiana. El local, sin duda, llama la atención, pues en sus paredes se mezclan, aquí y allá, viejas fotos de principios de siglo donde se asoman gentes bien vestidas, en las carreras de caballos, además de imágenes de viejas tiendas de ultramarinos en Cuba y México, fotos de familia de seres desconocidos, y grandes anuncios de productos asturianos como el de sidra champán Viuda e Hijos de T. Zarracina, medalla de oro en la exposición de Gijón de 1899. José Germán Muenala Cachimuel es quien dirige, desde hace más de un año, este local y el hotel, donde anteriormente estuvo trabajando y formándose en hostelería durante algo más de dos años y medio. Germán es un hombre luchador y optimista. Para él no hay crisis que valga: "Siempre hay que ofrecer un buen producto y trabajar cada día con tanta ilusión y ganas como el anterior. No te queda otra", explica.

Para ello cuenta en la cocina con Conchita Martínez Álvarez, que lleva viviendo en Teverga más de 30 años, y muchos, de hecho, trabajando en hostelería y preferente en cocina. "En los últimos años, y sobre todo desde que estoy en La Posta, cada vez disfruto más cocinando, y yo creo que eso se nota a la hora de poner lo que haces sobre la mesa", comenta.

Entre algunas de sus especialidades está el pote tevergano, arroz con jabalí, repollo con almejas y gambas, ensalada templada, cabrito guisado, cordero al horno y jabalí guisado. En la carta también hay, por citar otros platos, tortos con picadillo, callos, escalopines a La Peral, cachopo "La Posta", solomillo de jabalí, lenguado relleno, lubina a la espalda y algunas de sus sartenes, como la que lleva patatas, huevos, pimientos y picadillo.

En postres, a destacar la tarta de arroz con leche, la de queso, el flan y el arroz con leche.

De lunes a viernes hay dos menús diferentes, y ambos atractivos. Uno, a 8 euros, con tres a elegir en primeros y segundos, y otro, a 12, más amplio, con preparaciones tradicionales asturianas, con cuatro primeros y segundos a elegir. En fin de semana y festivos, ambos varían, así como los platos que se ofrecen, a 15 y 18 euros.

Su comedor, acristalado, tiene una capacidad para unas cuarenta personas. También tiene una terraza exterior cubierta. En fin de semana es conveniente reservar llamando al 985764802. El establecimiento no cierra nunca.

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