Víctor Manuel recibió a más de 200 personas con entrada VIP antes de empezar el concierto, Tuvo unas palabras y dijo que para él era muy importante que a lo largo de toda su vida le aplaudieran cada tres minutos, que es lo que dura una canción. Bromeó con la falta de Sabina. "Falta Joaquín, pero Joaquín casi siempre falta. Pero se le quiere".

Es la nueva moda en este tipo de conciertos, un sistema para que los fans muy fans estén con su ídolo y evitar así la espera para cazar una foto o similar al final. Aparte se estar un rato con el cantante de Mieres hubo un "pincheo" para quienes tenían estas localidades.

Lo previsto era que a las nueve de la noche estuviera finiquitada la recepción y el cóctel para que cada cual volviera a su asiento a disfrutar del concierto. En la media hora de encuentro de Víctor Manuel con sus fieles seguidores se repartieron saludos, autógrafos, fotos y hasta libros para que este grupo de fans se fueran con sus recuerdos.

El reparto de público estaba por sectores, de pista (sentados) a grada. En la pista, la distribución era por entradas VIP oro, que estaban casi tocando el escenario; inmediatamente detrás las VIP plata y más atrás las de general. Una distribución muy similar a la del concierto de Sabina.