El ovetense C. L., de 65 años, acaba de finalizar una batalla judicial de varios años para que se le reconociese como viudo de otro hombre, E. V., del que fue pareja durante la friolera de 38 años, desde 1977 hasta 2015, año en el que el segundo falleció, tres semanas después de que ambos contrajesen matrimonio. La Sala de lo Social del Tribunal Supremo acaba de rechazar el último recurso presentado contra la sentencia del Juzgado de lo Social número 5 de Oviedo de junio de 2016, ratificada en diciembre de ese mismo año por la Sala de lo Social del TSJA, que le reconocía una pensión de viudedad vitalicia, al haber pruebas fehacientes de que ambos habían convivido como pareja de hecho.

El hombre, cuyos intereses defiende el abogado Juan Antonio Cruz Rodríguez, pudo demostrar que, a pesar de que él y su pareja estaban empadronados en diferentes domicilios, existía una convivencia de décadas, una cohabitación "more uxorio", esto es, marital.

Las sentencias tienen en cuenta que, durante años, las relaciones homosexuales "no se mostraban en público", que ambos había otorgado testamento a favor del otro y que el fallecido había incluido a su pareja como autorizado en una cuenta bancaria.

Además, el juicio contó con el testimonio de una sobrina que siempre vio a los dos hombres como sus tíos y que corroboró que ambos convivían en pareja y no les había conocido otras relaciones. En el juicio se aportaron otras pruebas de convivencia, como fotos familiares, en las que ambos aparecían con otros parientes.

Motivos de denegación

La Seguridad Social había denegado la pensión de viudedad al considerar que tanto el demandante como el causante no cumplían los requisitos, al no acreditar un matrimonio de más de un año, la existencia de hijos comunes o una convivencia en el domicilio familiar en los dos años anteriores a la muerte. El Instituto mantuvo su negativa a conceder la pensión ante tres instancias judiciales distintas.

La titular del Juzgado de lo Social número 5 había admitido en su sentencia de junio de 2016 que "durante años estas relaciones no se mostraban en público, tan solo sus familiares y allegados conocían de ellas".