Las grandes compañías han demostrado a lo largo de los últimos años que lo importante no es no tener errores sino saber arreglarlos. Un tuitero asturiano reprochó el pasado fin de semana una falta de ortografía que se encontró impresa en un mueble cuando se encontraba dando una vuelta por el establecimiento que esta cadena de muebles sueca tiene en Siero. Resulta que habían puesto “extantería” en lugar de “estantería”. “Cuando tengáis un rato lo revisáis” le dijo el cliente a los responsables de las redes sociales de esta compañía. No hizo falta que esperar mucho.

Apenas unas horas después obtuvo su respuesta. “Un caso de la “x” rebelde que se cuela donde no debe. Vamos a poner toda nuestra maquinaria a trabajar para que la “S” llegue a su sitio lo antes posible”, contestó la cadena de muebles. Y la conversación siguió. “Siempre podéis decir que es sueco”, afirmó el internauta que había puesto la “reclamación”. En cuanto Ikea solventó el problema la compañía pidió a sus trabajadores en Asturias que le mandaran una foto con la errata corregida y lo transmitieron también a través de las redes sociales. “Corregido, ya es una exrata” haciendo otro guiño de humor ante lo sucedido.

Lo cierto es que Ikea tiene toda una estrategia de acercamiento a los territorios en los que se implanta. Hace varias semanas te contábamos (en este enlace lo puedes leer) cómo había adaptado la compañía el cartel de la entrada en su establecimiento asturiano para incluir una palabra muy propia del territorio.

Las compañías utilizan además cada vez con más frecuencia las redes sociales para transmitir mensajes pero también para estar en permanente contacto con sus clientes. No en vano si hay cualquier problema o existe cualquier crisis de reputación los compradores son los primeros que acuden al ciberespacio para poner una reclamación y para alertar a otros de que no caigan en el mismo error o no confíen en la misma empresa para hacer sus compras. Y en eso Ikea ha aprendido la lección. La importancia de internet se ve también en su cambio de modelo de negocio hacia uno más digital y (sobre todo) con menos gastos de envío por paquete para que cada vez sean más los que acuden (aquí te lo contamos) a su tienda on-line para hacer sus compras de mueblería.