La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

AMPARO ALONSO BETANZOS | Presidenta de la Asociación Española de Inteligencia Artificial

"Hay muchas visiones tecnófobas asociadas a las chicas; ellos son más libres para soñar"

"Parte de los temores a la Inteligencia Artificial vienen de la ciencia ficción; no habrá dominio de las máquinas"

Amparo Alonso Betanzos, durante su intervención en Laboral Centro de Arte y Creación Industrial, en el programa "WinterLab". ÁNGEL GONZÁLEZ

Amparo Alonso Betanzos es ingeniera química, investigadora en Inteligencia Artificial, presidenta de la Asociación Española de Inteligencia Artificial (IA)y coordinadora del grupo de investigación LIDIA (Laboratorio de I+D en IA) de la Facultad de Informática de la Universidad de La Coruña. Ayer intervino dentro del programa de actividades "InterLab" que acompaña la exposición "D3us ex M4ch1na" en Laboral Centro de Arte, donde se abordan las relaciones entre la tecnología y los procesos creativos.

- Inteligencia artificial, ¿oportunidad de mercado o un reto de adaptación social?

-Creo que necesitamos un debate social importante con la inteligencia artificial, también político, para aprovechar nuestra posición como país y luego necesitamos muchos cambios en el modelo educativo para poder hacer frente a los usos.

- ¿Son más los temores que las expectativas?

-Yo creo que parte de los temores son infundados, vienen en la ciencia ficción y del imaginario colectivo sobre una máquina superpoderosa que ni tenemos ni existe. Pero sí que día a día estamos utilizando herramientas que están basadas en inteligencia artificial y, a lo mejor, si no lo sabes, no te preocupa, porque son útiles. Quién no utiliza Google Maps o cualquier sistema recomendador o de ocio, incluso, la interacción con tu banco... todo eso es inteligencia artificial pero no le tenemos miedo porque es una herramienta, hasta que empiezas a decir que es inteligente y es cuando empiezas a tener esa cierta resistencia.

- ¿Qué límites convendría marcar con la tecnología actual para los más pequeños?

-A veces somos los adultos los que incurrimos en que existan los problemas con la tecnología. Si tu niño te molesta y le das el teléfono para que no te dé la brasa, le estás dando algo que no deberías. Es como si coges y le dejas conducir tu coche. Nadie lo haría porque el niño no tiene las estructuras necesarias para hacer eso. Pero no todos son conscientes de lo que les estás dando cuando pones en sus manos tecnología que no están preparados para manejar.

- Que la máquinas entiendan hoy nuestro lenguaje depende mucho de las mujeres que les hablan a esas máquinas. ¿Qué opina de la presencia de las féminas en el campo de la Inteligencia Artificial?

-Es el caso de los asistentes personales. Esos ejemplos los he visto como una forma de discriminación sexista. Los asistentes en el hogar son voces de mujer mientras que los de Medicina son voces de hombre. Es importante darse cuenta de que es así porque es más fácil arreglar un algoritmo que arreglar una persona.

- ¿Podría explicarlo?

-Si ves que tu algoritmo es sexista puedes intentar paliar ese sesgo. En cambio, es mucho más difícil trabajar para que una persona no acabe teniendo visiones sexistas o xenófobas de ciertos comportamientos sociales. Cuanto más sueñan los informáticos con cambiar el mundo, más necesitan a su lado de un soñador humanístico que dote a eso de sentido social.

- ¿Qué aportan las humanidades a un mundo eminentemente tecnológico?

-Las dos áreas trabajan para intentar progresar. Lo que ocurre es que, a veces, el avance tecnológico es tan grande -y es lo que ha pasado con la Inteligencia Artificial- que las estructuras sociales van avanzando y adaptándose a esas circunstancias, a la escala y a velocidad que llevan. Hemos llegado a un punto tal que las estructuras sociales no han evolucionado acompasadamente a la tecnología. Debemos trabajar juntos -científicos y humanistas- para que las cosas vayan unidas. Habrá que construir nuevos modelos de comunicación para que esa tecnología que estamos desarrollando sea favorable a la humanidad.

- En Laboral se puede ver estos días la interacción de la Inteligencia Artificial con el arte, ¿en qué otras disciplinas existen oportunidades?

-En cualquiera pero los cambios importantes van a ser en áreas como la salud o la educación, donde los recortes económicos han sido grandes y quizás ahí la inteligencia artificial puede ayudar a repensar esa sociedad del bienestar que perdimos, que llegamos a vislumbrar en algún momento, y que podamos volver a ella con buenas herramientas y de calidad, a todas las personas y sectores.

- Desde la Asociación Española de Inteligencia Artificial trabajan, como otras entidades, en la incorporación de las mujeres a disciplinas STEM (Ciencia-Tecnología-Ingeniería y Matemáticas), ¿qué se ha avanzando?

-Es muy difícil avanzar. En Informática tenemos un 13% de chicas estudiando y una de las cosas que debemos solucionar es la educación desde que son pequeños. Hay muchas visiones tecnofóbicas asociadas a las chicas. No hay más que acercarse al hinchador de ruedas de una gasolinera y que ver que salgan cuatro que te intentan ayudar, no vaya a ser que rompas algo. En general, tenemos una educación en la que a las chicas se las educa para ser princesas y a los chicos campeones, y hay mucha presión social en el aspecto físico, de su comportamiento, que no tienen los chicos, que son más libres para soñar. Ellos parece que pueden hacer cualquier cosa y a nosotras, como que de alguna forma la educación nos limita más. Eso hay que desterrarlo.

- ¿Cómo se debe afrontar el diálogo con la tecnología y su impacto en los modelos de comunicación actuales?

-Hay quien dice que si quieres tener un móvil tienes que aceptar las cosas que vienen en él pero yo digo que tú puedes elegir cómo quieres compartir tus datos. Lo que pasa es que quieres acceso a cosas y eso viene con un coste añadido que no puedes obviar. Es cierto que hay que regularlo pero, por el momento, tú eres dueño de algunas de esas cosas. Hay usos normales y no; el problema es que estamos redefiniendo esos usos normales de la tecnología y nuevas estructuras.

- ¿Podrá adquirir consciencia la inteligencia artificial?

-Por el momento no tenemos una inteligencia artificial general, son todo sistemas específicos en nichos muy concretos y no veo la necesidad de crear una inteligencia o un sistema de dominio de la máquina porque, a final, el futuro lo escribes tú. ¿Por qué vamos a querer hacer eso? Lo que sí es importante es que el uso de la tecnología tiene una serie de consecuencias que, en la medida de lo posible, habría que prever y regular.

Compartir el artículo

stats