Pese a que estos días los grandes balances sobre el coronavirus en Asturias se centren en el número de ingresos, altas y pacientes hospitalizados en la UCI, hay un gran equipo de profesionales trabajando, hasta ahora, "en la sombra": los centros de salud. En toda la región el personal de Atención Primaria asume la atención de al menos 4.125 pacientes (la cifra aumenta por cuentagotas día a día y los responsables suponen que ya se estén alcanzando los 4.500) que, o han sido diagnosticados con coronavirus, o sus síntomas se corresponden con la patología pese a que no se hayan hecho las pruebas pertinentes que así lo confirmen.

Este grupo de pacientes se encuentran en estado leve y, por tanto, no precisan de un ingreso hospitalario, pero un seguimiento continuo de su evolución resulta clave para controlar posibles empeoramientos y para evitar que el paciente, ante la inquietud de desconocer cómo deba proceder, acuda directamente a su centro de salud o al área de Urgencias más cercano. "Hemos limitado la atención presencial al mínimo y el resto se gestiona por teléfono o con visitas domiciliarias. En ese sentido, la labor de Enfermería está siendo fundamental", aclaró hoy Pablo Belderraín, coordinador del centro de salud de El Coto, durante una rueda de prensa ante medios de comunicación.

Si a estos 4.125 asturianos sospechosos o diagnosticados con coronavirus se suma el seguimiento de usuarios que estuvieron en contacto con estos pacientes, el número de casos que asume ahora Atención Primaria se eleva a los 7.000. "El modelo ha tenido que reorganizarse y, aunque la labor del personal sanitario y no sanitario de Atención Primaria no es tan visible como el hospitalario (que también hace un trabajo estupendo), desde los centros de salud hay ahora una estructura muy potente de control", matizó Pablo Pérez Solís, coordinador de la Estrategia para un Nuevo Enfoque de la Atención Primaria.

Para dar apoyo a muchas de esas personas están pasando la enfermedad en su casa, y para evitar que por cualquier motivo rompan el confinamiento, el Principado ha decidido reforzar con la atención domiciliaria la asistencia a esos casos leves de positivos en COVID-19. La Consejería de Derechos Sociales y Bienestar ha diseñado un protocolo específico, en coordinación con Salud, en el que se definen las medidas para ayudar a estas personas en sus hogares. A través de los recursos de apoyo a domicilio -grupos de acción local, Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) y voluntariado-, y en colaboración con los ayuntamientos, se les proporcionarán alimentos y medicación en sus casas.

Las necesidades se analizarán en cada caso para decidir la asistencia específica que requieren los afectados. Así, se tendrá en cuenta si el paciente vive solo, si cuenta con apoyos familiares o si dispone de medios de comunicación permanente, entre otros. Este protocolo estará en revisión continua, en función de la evolución y de la nueva información disponible sobre la evolución de la crisis del coronavirus.