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CINE / CRÍTICA

Tormentas de amor

Pues nada, oye, que los distribuidores siguen empeñados en jugar con los títulos originales, y a The Photograph le han puesto Retrato de un amor, quizá para atraer a públicos despistados que esperen ver algo parecido a El diario de Noa y similares. Y la película de Meghie es una historia de amor doble con anclajes distintos en el tiempo y una hija descubriendo episodios amorosos de su madre (como Los puentes de Madison, vaya, también con la fotografía en primer plano), pero nada que ver con los mejunjes de Nicholas Sparks.

Esta propuesta modesta y agradable aborda una love story convencional poniendo en liza a personajes afroamericanos cuyo color de piel no tiene trascendencia en la trama: son dos seres que se conocen, se gustan, se enamoran y tienen sus desacuerdos de forma natural, perfectamente integrados en el mundo laboral. No hay atisbos de denuncia frontal sobre discriminación, más que nada porque el meollo del asunto se dirime en los terrenos de la comedia romántica pura y dura en dos tiempos muy distintos. Y ahí es donde la historia de la madre y su amor escondido pone una nota de amargura al guión, dejando para la parte actual los ingredientes más azucarados, sobre todo en una parte final que responde fielmente a los lugares comunes del género con desencuentros y encuentros cargados de un sentimentalismo que hasta entonces había sido escaso.

"Me gustaría ser tan buena en el amor como lo soy en el trabajo..." Hay desencanto, algo de frustración en la confesión de una mujer a la que el destino prepara una jugarreta emocional de mucho octanaje. Si el recuerdo de un amor perdido está contado con sutileza y sin cargar tintas rosas, el salto al presente con dos personas que investigan de una u otra forma en vivencias ajenas descubriendo de paso zonas propias sin explorar tiene sus mejores momentos en los primeros movimientos amorosos, cuando él se declara alérgico al sentimentalismo y ella lucha por no necesitar a alguien. Como punto álgido, una brillante escena en una calle desordenada por la tormenta.

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