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CRÍTICA / CINE

Los peligros de la amabilidad

Dos grandes paradojas lastran, para mí, "La boda de Rosa". La primera: para ser una película sobre un proceso de liberación personal y autorreivindicación realmente no hay conflicto alguno en esta historia. Entiendo que Icíar Bollaín haya querido filmar algo amable ("Contar cosas serias con sonrisas", dice ella) pero aquí no hay nudo; los pocos problemas a los que se enfrenta Rosa en su singular búsqueda de sí misma lejos de los demás son presentados y solventados en segundos, sin tensión, aplicando un to er mundo é güeno que, ojo, resulta tonificante (ni gritos ni aspavientos, qué alegría) pero, a la vez, termina relativizando la peripecia de la protagonista.

Y luego está la otra paradoja, quizás derivada de la primera: para ser una película sobre una mujer harta de dedicarse al cuidado de los demás y que decide reencontrarse consigo misma y sus sueños, terminamos sabiendo muy poco de ella; no es culpa de Candela Peña, desde luego, que rebaja su torrencialidad y aporta lo mejor que tiene (los ojos que mejor sonríen del cine español), pero es que Rosa es un personaje al que no terminamos de conocer, descrito sólo desde su deseo de emancipación (o sea que esta mujer es, otra vez, usada, en esta ocasión por sus creadoras, para contar lo que ellas pretenden). Curiosamente, como en su propia vida, queda opacada por quienes la rodean, sus hermanos, hija y padre, personajes que deberían ser secundarios pero que por su singularidad y su dibujo rápido y firme en el guión (además de por las carismáticas interpretaciones del elenco), terminan resultando más hechos, más interesantes...

Pero no seamos tan así... Porque hay luz, vida y mucha energía contagiosa en "La boda de Rosa", y se consigue poner sobre el tapete cuestiones de fondo actuales sin que la cosa suene (como suele pasar) a spot del Ministerio de Igualdad. Muy al estilo de ese cine seudosocial british, línea blanda, que ilustra titulares de periódicos a través de comedias pequeñas y disfrutables, sin demasiadas complicaciones, que buscan con rapidez y eficacia la conexión con el espectador. Añadan la música de acordeón, el regreso al pueblo donde están las cosas de verdad de la vida y... Bueno, ya me entienden.

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