De lo bueno, lo mejor. Con ese criterio el Museo de Bellas Artes de Asturias ha elegido para su primera guía de mano para los visitantes 126 obras de entre más de 15.000 que guarda en sus fondos. La selección ha tenido en cuenta la alta calidad de las obras y la representatividad de sus autores, que van desde el siglo XIV hasta la actualidad. Fuera han quedado las obras en depósito y las de artistas vivos, con la única excepción de una pieza de Cristina Iglesias.

De la mano por el Bellas Artes

Cada una de las obras reproducidas en la “Guía del Museo de Bellas Artes de Asturias” aparece comentada por un especialista, del ámbito de la Universidad, de los museos, la crítica o el comisariado. Son, en total, 22 los profesionales del Arte que han participado en su redacción: Juan Carlos Aparicio, Leticia Azcue Breao, Javier Baron, Gabino Busto Hevia, Ana Diéguez Rodríguez, José Luis Díez, Davir García Cueto, Pedro J. Martínez Plaza, Sara Moro, Benito Navarrete, Javier Novo, Alfonso Palacio, Gretel Piquer, Javier Portús, Germán Ramallo, Fabienne di Rocco, Leticia Ruiz, Elena M. Santiago Páez, Pilar Silva Maroto, María Soto Cano, Alfonso de la Torre y Enrique Valdivieso.

Javier Barón, jefe de Conservación de pintura del siglo XIX del Museo Nacional del Prado, se ha ocupado de una veintena de fichas, de obras de los siglos XIX y XX, varias de ellas de obras incluidas en la dación de la Colección Masaveu. “Es una buena idea reunir las obras más interesantes del Museo para estudiarlas y difundirlas. El Bellas Artes de Asturias ha contado para esta guía con obras muy importantes, que interesan en el contexto del arte europeo”, destaca Barón. El director del Museo, Alfonso Palacio, comenta que el libro esta dirigido al público general pero también tiene “un componente de investigación, con datos y atribuciones nuevos respecto a algunas obras del museo”, lo que lo hace interesante para el ámbito académico. “Siempre que profundizas sobre una obra aparecen nuevos aspectos que conviene investigar y que ayudan a actualizar nuestro conocimiento”, añade Barón.

De la mano por el Bellas Artes

Palacio cuenta, por ejemplo, que Gabino Busto, el restaurador del Museo, ha rectificado la atribución de un San Pedro de Ribera y lo ha catalogado ahora como un posible Bernardo de Claraval.

“La Guía del Museo de Bellas Artes” es, según su director, “una publicación muy deseada”, que estará a disposición del público antes de que acabe este año y que pondrá “un instrumento más al alcance de la mano de todos los visitantes, que podrán hacer el recorrido acompañados por ella y llevársela como recuerdo”.

La guía ha requerido más de un año de trabajo, la primera tirada será de 1.500 ejemplares y se presentará en diciembre. Del diseño gráfico del volumen se ha ocupado Helios Pandiella y la Asociación de Amigos del Museo ha contribuido a costearla. Está dividida en capítulos, en orden cronológico, con una introducción sobre la historia del Museo y sus colecciones. Incluye obras del Maestro de Palanquinos, Berruguete, El Greco, José de Ribera, Zurbarán, Juan Carreño de Miranda, Murillo, Goya, Madrazo y Kuntz, Joaquín Sorolla, Darío de Regoyos, Ramón Casas, Anglada-Camarasa, Picasso, María Blanchard, Miró, Salvador Dalí, Antoni Tàpies, entre otros muchos. Junto a sus obras, se reproducen otras 16 piezas más que sirven para contextualizar colecciones como las de dibujo, grabado, fotografía, artes industriales y artes aplicadas.