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El Principado valora encalar Santullano para preservar las pinturas de la humedad

Cultura acometerá obras este año en casi todos los monumentos del Prerrománico ovetense, de Santa María y la Foncalada a Bendones

San Julián de los Prados. | Irma Collín José A. ORDÓÑEZ

El Prerrománico ovetense es “la gran apuesta de este año” de la Consejería de Cultura, con intervenciones o proyectos de intervención en prácticamente todos los monumentos del municipio. En los que no haya obras en 2021, como en San Julián de los Prados, se definirán los planes de actuación para 2022. La de Santullano es, en palabras del director general de Cultura y Patrimonio, Pablo León Gasalla, “la gran intervención pendiente” en el Prerrománico asturiano, y, antes de acometer la restauración de las pinturas, el Principado resolverá el problema de la estanqueidad del edificio, para evitar filtraciones de humedad y gases. Volverá a valorarse, con ese propósito, la posibilidad de encalar las fachadas y devolver al edificio su aspecto original.

Para tomar esa decisión, Cultura contará con el asesoramiento del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPC), que va a tutelar la intervención, y, aunque Pablo León admite que enlucir los muros de la iglesia supone “un cambio drástico en la visión” contemporánea del edificio, no habrá reparos en hacerlo si es la mejor opción para protegerlo. De poco serviría hacer el esfuerzo de tratar las pinturas si las principales causa de deterioro, la humedad y la contaminación que se filtra desde el exterior, siguen abriéndose camino hacia ella. “No se puede intervenir sin tener consolidado el contenedor”, subraya Pablo León. El proyecto para San Julián de los Prados, anuncia, va a ser “ambicioso y muy complejo” y en él “desde el minuto uno se va a ir de la mano del IPC.

“El gran debate es si hay que encalar o no el exterior de San Julián de los Prados. Si hay otras intervenciones que puedan garantizar el mismo efecto, las valoraremos; si no, habrá que ir a por ello. No podemos permitir que siga deteriorándose el interior por una mera cuestión estética. La intervención que se haga en Santullano va a ser una referencia a nivel nacional”, afirma el director general de Cultura.

A lo largo de este año se realizarán controles, de temperatura y humedad, que se prolongarán varios meses. “El objetivo es terminar 2021 teniendo claro cuál es el tratamiento que hay que dar en el exterior, para luego abordar las pinturas, que es el gran objetivo”, explica Pablo León. En dos o tres años, la intervención culminará con la restauración de las pinturas, sobre la que ya existen estudios previos, realizados precisamente por técnicos del IPC.

Un revocado para San Julián de los Prados

En lo que concierne al Prerrománico asturiano, la Consejería de Cultura seguirá las pautas del Libro Blanco aprobado hace un par de años. Ya está trabajando en la elaboración de los proyectos de obra de la cripta de Santa Leocadia, en la Catedral, y para la Foncalada, que requiere una limpieza, la corrección de humedades y donde se valorará la posibilidad de “hacer más agradable y accesible el entorno”.

Este mismo año habrá obras en San Miguel de Lillo, en el muro norte, que tiene un problema recurrente de humedades, por el agua de lluvia que discurre por la ladera del Naranco y que se estanca a sus pies. En Santa María del Naranco se va a mejorar el acceso de la escalinata que conduce a la planta superior del edificio y también se va a intervenir en las humedades del entorno más próximo.

También habrá trabajos en Santa María de Bendones, que el director de Cultura reconoce como “una gran desconocida del Prerrománico ovetense”. En ella se llevarán a cabo mejoras en la cubierta.

El Ministerio de Cultura contribuirá este año a la preservación del Prerrománico asturiano con financiación para el tratamiento de las pinturas murales de San Salvador de Priesca, en Villaviciosa.

Antes de que acabe el año está prevista la constitución de la mesa o consejo del Prerrománico, en la que estarán representados Iglesia, ayuntamientos, Consejería y Ministerio de Cultura. La pandemia obligó a pararlo en 2020 . “Funcionará como un órgano constante de comunicación, que ahora va a ser más importante que nunca por todo lo que tenemos que abordar”, indica el director de Cultura, y subraya que “no podemos permitirnos cometer ningún error en el Prerrománico”.

“El estado de conservación del Prerrománico es bueno, son iglesias muy controladas, con una supervisión y mantenimiento constante. Otra cosa es su difusión o los entornos”, comenta. Concreta y hace referencia al camino de acceso a los monumentos del Naranco: “Es municipal, pero intentaremos colaborar con el Ayuntamiento en mejorar su situación. Hay que hacer algo en el entorno de Santullano y en Bendones, y la Iglesia tiene que hacer también un esfuerzo de mantenimiento”.

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