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El cartel del 8M llega con polémica: el Ministerio de Igualdad, criticado por “borrar” a la mujer

“No quiero creer que sea adrede”, reflexiona Amelia Valcárcel después de que se haya tapado la cara a la primera mujer que corrió una maratón

Una de las fotografías originales de la maratón, en el que momento que intentan expulsar a Katrine Switzer de la carrera.

Kathrine Switzer ha pasado a la historia por ser la primera mujer en correr con un dorsal (el célebre 261) la maratón de Boston, reservada solo a hombres, en 1967. Y el Ministerio de Igualdad en manos de Unidas Podemos va camino de pasar a la historia por haberse enfrentado precisamente al colectivo (a su mayor parte) que representa y debe defender: el feminista.

Las feministas afrontan el próximo 8M, Día Internacional de la Mujer, en un escenario de división y polémica a cuenta de la ley trans que impulsa el Ministerio en manos de Irene Montero. En este contexto surge la polémica a cuenta del cartel diseñado para conmemorar la jornada. En el mismo se usa la famosa foto de la deportista estadounidense zarandeada y empujada, cuando corría, por parte del comisario de la maratón.

El cartel del 8M diseñado por el Ministerio de Igualdad.

La cuestión es que en el Ministerio han optado por estamparle en la cara un manchón de color morado feminista. Así que el rostro de la única mujer que aparece en la foto no se ve. Junto a la misma pone: “Por ser MUJERES”.

El “borrado” de la mujer no ha gustado a una buena parte del feminismo. “¿A qué viene destrozar, sin la menor inteligencia, una imagen icónica de las mujeres en el deporte?”, critica la filósofa y destacada feminista asturiana Amelia Valcárcel. “Lo ha diseñado alguien realmente de tercera. Me gustaría saber el precio pagado”, señala la catedrática de Filosofía Moral y Política a LA NUEVA ESPAÑA.

Al tiempo, advierte: “Porque no quiero creer que el borrado sea adrede”. La cuestión es que ese “borrado” se produce en medio del debate de la ley trans, rechazada por el feminismo clásico e histórico por dar carta de naturaleza a la espinosa identidad de género que, advierten, borra el sexo y, por tanto, la base en la que se asientan todas las políticas de igualdad y derechos a favor de la mujer, que desaparece en una norma tachada de ambigua y difusa.

A querer o no, el departamento de Irene Montero ha echado más leña al fuego al tapar la cara a una mujer todo un icono en la lucha feminista. Pero hay más. El 8M se celebra oficialmente el Día Internacional de la Mujer (se eliminó hace años lo de Trabajadora). Pero hasta en esto el Ministerio es ambiguo pues ha optado por el plural: de las mujeres.

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