El pleno del Consejo de Patrimonio Cultural aprobó ayer activar la ejecución del plan director del castro de Mohías, en Coaña. Una medida con la que se trata de revertir el mal estado del enclave arqueológico, que está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2014.

Las primeras actuaciones del plan pasarán por el segado y desbroce de todo el entorno arqueológico, que, según denunciaron colectivos vecinales y políticos meses atrás, estaba siendo “devorado” por la maleza. Asimismo, se procederá a talar el arbolado que ha crecido en los últimos años en los fosos y el límite del recinto principal del castro. Se trata, mayormente, de ejemplares de eucalipto.

Los siguientes pasos del plan director pasan por evaluar el estado de conservación del conjunto del castro y por la limpieza de las estructuras arqueológicas. Además, se revisará el espacio excavado y se recuperarán y documentarán los perfiles estratigráficos que alcanzaron las últimas campañas arqueológicas en el yacimiento.

Cornellana

El pleno del Consejo de Patrimonio Cultural aprobó también las obras de conservación de la torre de la iglesia de Santa María de Soto de Luiña, en Cudillero, que están presupuestadas en unos 70.000 euros. Las obras incluyen la reparación de la impermeabilización de la torre, el hidrofugado de los muros y la renovación de la cubierta de cinc.

Además, el órgano analizó el proyecto para la segunda fase de la restauración integral del monasterio de San Salvador de Cornellana, en Salas. Aunque el plan ya había sido aprobado, se han incorporado algunos detalles técnicos relativos al tratamiento de los revestimientos pictóricos y los morteros de las fachadas. La actuación corre a cuenta del Ministerio de Transportes.