Entrevista | José Antonio Vega Álvarez Nuevo decano de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud

José Antonio Vega, nuevo decano de Medicina: “Heredo una de las mejores facultades del país, pero nos lastra que somos docentes viejos”

“Hay que estimular a médicos para que elijan dar clases en la Universidad” | “Trasladarnos ahora al HUCA es inviable, aunque es bueno hablar de ello”

José Antonio Vega, ayer en la Facultad de Medicina. | Luisma Murias

José Antonio Vega, ayer en la Facultad de Medicina. | Luisma Murias / M. G. Salas

Mónica G. Salas

Mónica G. Salas

José Antonio Vega Álvarez lleva toda la mañana pegado al teléfono. Desde que ganó, a última hora del lunes, las elecciones al decanto de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, el catedrático de Anatomía y Embriología Humana no ha parado de recibir felicitaciones, vía llamada, vía Whatsapp. También le detienen por el campus del Cristo para darle la enhorabuena. Vega, que ocupó varios cargos de gestión, entre ellos dos direcciones de área en el Rectorado, está eufórico. Ganó por la mínima –por solo tres votos– a su contrincante en las urnas, la profesora Pilar Mosteiro, pero ganó. Por delante tiene cuatro años para “ilusionar” –ese es su objetivo prioritario– a los casi 1.900 estudiantes y más de 300 profesores que conforman uno de los centros universitarios más grandes de Asturias, con estudios de Medicina, Enfermería, Fisioterapia y Odontología.

–¿Esperaba unas votaciones tan reñidas?

–La participación fue altísima, en torno al 95%. Siempre pensé que de ganar, ganaría por tres o cuatro votos. Y la predicción se cumplió.

–¿Qué cree que inclinó la balanza a su favor?

–Seguramente que hubo una votación masiva. Creo que mi mayor apoyo ha venido del colectivo de médicos y odontólogos, pero inevitablemente también algún voto tuvo que venir de enfermería y fisioterapia. He dado clases en los cuatro grados.

–Tiene 64 años y cerrará el círculo de su carrera académica siendo decano de la Facultad donde estudió.

–Es mi mayor orgullo. Empecé hace 55 años aquí como estudiante y terminaré mi vida académica dentro de cuatro o cinco siendo decano. Sin duda, es la coronación.

–¿Qué Facultad hereda? Haga una breve radiografía de su estado actual.

–Heredo una de las facultades de Medicina y Ciencias de la Salud más prestigiosas del país. Los resultados cantan. Por otra parte, el mayor lastre que heredo es el envejecimiento de la plantilla: somos profesores viejos. Piense que, si yo no fuera funcionario, me estaría jubilando dentro de tres meses y, por contra, me quedan cinco años por delante. En esta situación hay muchos profesores. En las áreas clínicas se van a jubilar muchos muy pronto. Y un profesor no se forma en poco tiempo. ¿De qué nos sirve tener los mejores alumnos de la Universidad de Oviedo si no tenemos un buen profesorado que los forme?

–¿Y cómo lo hará? ¿Cómo rejuvenecerá la plantilla?

–Es un reto. En primer lugar, tenemos que hablar muchas partes. Hay sanitarios que están acreditados por la Aneca para ser profesores universitarios y, además, son jóvenes –entre los 30 y 40 años–. Sin embargo, por motivos administrativos, por los convenios que actualmente existen y por la estructura del sistema sanitario y universitario, no pueden trabajar en el hospital y en la Universidad al mismo tiempo. A lo mejor la culpa también es nuestra, que no hemos sabido estimular lo suficiente a los médicos para que elijan esta salida profesional. Tenemos que ilusionar al profesorado. Hay falta de ilusión, quizá la situación sanitaria influya. No hay gente en la cafetería; eso me llama la atención.

–¿Esa falta de ánimo también la percibe en los estudiantes?

–Sí. Son gente buenísima, pero a lo mejor no son lo que querían o no les ofrecemos lo que esperaban. Yo lo noto. La frase de “yo creí que esto iba a ser de otra forma...”. Y ahí tenemos que involucrarnos los profesores, enseñándoles no solo conocimientos del grado, sino también estimulándoles en la vida. Cuando bajamos al aula, no podemos limitarnos a soltar las lecciones de turno, hay que enseñar más cosas.

José Antonio Vega, en la Facultad de Medicina

José Antonio Vega, en la Facultad de Medicina / LUISMA MURIAS

–Otro de sus retos es impulsar la investigación.

–Aquí tenemos investigadores del máximo nivel mundial. Cuando yo hablo de impulsar la investigación, no me refiero a mis colegas, sino a los estudiantes. Hay un porcentaje de alumnos que si le estimulas, haciéndole ver que hay más salidas que el hospital, a lo mejor preferirían trabajar en un laboratorio. Por pequeño que sea ese porcentaje, sería el suficiente para que se produjese una renovación constante en la Facultad.

–¿Qué será lo primero que haga cuando ocupe el sillón de mando?

–Hablar con la gente. Yo no puedo generar nada ni llevar nada a cabo si no estoy de acuerdo con las instituciones sanitarias del Principado. Tendré que decirle al Sespa: “Por favor, vamos a esforzarnos entre todos para que los estudiantes salgan lo mejor posible formados, para que los médicos que colaboran en la docencia se vean recompensados, para que los profesores que no estamos en un hospital tengamos una vinculación más directa...”. También tengo que hablar con las direcciones de los tres hospitales universitarios: el HUCA, Cabueñes y San Agustín. Se da la paradoja que en Cabueñes solo queda un profesor numerario y en el San Agustín, ninguno. Y me gustaría tener un diálogo fluido y de colaboración con los colegios profesionales.

–¿Quiénes formarán parte de su equipo?

–Todavía no puedo decirlo; primero se lo tengo que comunicar al Rector. No obstante, en principio, me acompañarán como vicedecanos cuatro catedráticos, dos hombres y dos mujeres. En la secretaría general continuará el que estaba: el doctor Juan Argüelles. Ha sido un gran secretario y seguirá siéndolo. Aunque todavía lo estamos hablando, lo que sí me gustaría es que no hubiera un vicedecano para Enfermería y Fisioterapia, otro para Odontología... Quiero que sea una organización mucho más transversal. Que sean vicedecanatos, por ejemplo, de estudiantes, de profesores, para hospitales... Entre otras razones, para no crear ningún reino de taifas.

–Formó parte hasta hace unos meses del equipo de Villaverde como responsable del área de Proyección Cultural. ¿Cómo es su relación con el Rector?

–Con el Rector me llevo bien no, lo siguiente. Una de las primeras personas que me felicitaron personalmente este lunes fue Ignacio Villaverde. Por mi parte hay una relación de lealtad absoluta, independientemente de que dejase mi cargo. La dimisión no fue porque quisiera presentarme a las elecciones del decanato ni por desacuerdo con el Rector. Fue por motivos personales: tengo gente en el laboratorio a la que tengo que acompañar.

–¿Qué opina de los planes de reordenación de sedes propuesto por el Rectorado?

–Como ya dije en otra ocasión, no es un plan improvisado, es algo que el Rectorado tiene muy bien estudiado y es evidente, y lo saben, que trasladar toda la Facultad al HUCA no se podría hacer en estos momentos. Pero hay que hablar de ello, porque antes o después habrá que hacerlo. Ya han pasado quince años desde que se empezó a hablar de hacer una gran facultad de Ciencias de la Salud. Menos mal que alguien ha destapado el tema. Tener un nuevo edificio es imprescindible. Pero el movimiento no es fácil. Habría que trasladar el bioterio, la clínica dental, los laboratorios... ¿Y qué hacemos con los profesores de Química que dan clase aquí o los de Medicina que imparten docencia en Biología?

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