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Asturias exporta talentos

Fernández Lozano, bióloga: "En Asturias falta autoconfianza y sobra conformismo"

"En el Principado se vive bien, pero definamos el concepto de ‘bien’ y miremos lo que hacen otros: ¿no se podría vivir aún mejor?"

María José Fernández Lozano.

María José Fernández Lozano (Cambridge). Oviedo, 1972. Se doctoró en Biología por la Universidad de Oviedo y realizó una estancia posdoctoral en la Universidad de Cambridge. Durante diez años trabajó en I+D de fármacos en la industria biotecnológica antes de unirse a una consultoría especializada en regulación de medicamentos. Ahora es directora europea de asuntos relacionados con este sector en el área de oncología en AstraZeneca.

Pedimos diagnóstico a la bióloga ovetense María José Fernández Lozano sobre la salud de Asturias. Y responde desde Cambridge: tan cerca, tan lejos.

–Falta autoconfianza ("es muy difícil, no se puede") y sobra conformismo ("ya estamos bien así"). Asturias tiene ya muchas cosas buenas, pero siempre hay margen para mejorar. Los asturianos podrían pensar cómo cambiaría la región si colectivamente fuesen más ambiciosos, más exigentes, si cuestionasen creencias generalizadas y aceptadas por la mayoría. De acuerdo, en Asturias se vive bien, pero definamos el concepto de "bien" y miremos lo que hacen otros, ¿no se podría vivir aún mejor?

María José Fernández Lozano.

Es cierto, reconoce, que "las cosas han sido muy difíciles desde hace años, sin embargo eso no es una excusa para bloquearse y caer en la resignación. Otros lugares sacudidos por recesiones y cambios dramáticos se han reinventado y han salido adelante porque han dejado atrás el pasado y se han enfocado en conseguir el futuro que querían. No digo que sea fácil y que se pueda conseguir a corto plazo, pero ahí está el reto. En mi opinión, Asturias tiene pendiente hacer borrón y cuenta nueva, abandonar la zona de comodidad, lo conocido y aventurarse a crear nuevas oportunidades para un futuro brillante. No veo razón para que no se pueda conseguir".

Fuera de Asturias se echa de menos "el estilo de vida en general: los horarios, las rutinas, las costumbres. Pero es un proceso normal de adaptación. Ahora no echo de menos nada. No hay ningún sitio perfecto y la clave está en disfrutar de las cosas buenas que cada lugar ofrece, aunque he de confesar que en mí no es algo que surja de forma natural, he aprendido. Lo importante es que se esté donde se esté el balance del día a día tenga más cosas positivas que negativas y eso depende de uno mismo, no del lugar donde se viva. Cuando voy a Asturias me gusta mucho pasar tiempo con mi familia en Oviedo y en El Hortilde (Pola de Allande), y por supuesto disfruto muchísimo de los guisos que me prepara mi madre".

Fernández Lozano: "En Asturias falta autoconfianza y sobra conformismo"

Fernández Lozano: "En Asturias falta autoconfianza y sobra conformismo"

De su infancia tiene muy buen recuerdo "de los veranos en Berducedo (Allande). Me siento privilegiada de haber podido disfrutar de una libertad siendo muy pequeña que ningún niño de hoy en día ha conocido. Me quedaba con mis tíos que tenían una de las tiendas del pueblo. Recuerdo que me sentaban en el mostrador de la tienda y veía la recogida diaria de la leche que iba en bidones a la central lechera de Navia. Los tractores desde bien temprano despertaban a todo el mundo, la gente iba a la hierba en verano, era un trabajo muy intensivo. Y los rebaños enormes de vacas de un lado para otro. En la tienda había siempre actividad hasta casi medianoche y como allí estaba el único teléfono del pueblo a veces me enviaban a las casas a dar avisos. Recuerdo incluso un teléfono con una manivela que conectaba con una operadora y no le decías el número al que querías llamar, sino la casa o la persona con la que querías hablar. Y, por supuesto, la pandilla del verano, las bicicletas, las excursiones".

Qué tiempo tan feliz. A los 16 años se fue en verano a París a estudiar francés: "Me sorprendió el tamaño de la ciudad, su ambiente cosmopolita y la diversidad. Me gustó todo de aquel viaje y me marcó en el sentido de querer conocer otros lugares fuera de España, otras formas de vivir y de hacer las cosas. Cuando me jubile me gustaría viajar por todo el mundo".

Se enfrentó a los mismos obstáculos que muchas otras personas que empiezan: "La falta de experiencia, lo primero, y el exceso de humildad, lo segundo. A mi generación en España se nos inculcó que la modestia es una virtud. Pues bien, no lo es, en el ambiente profesional no se premia y menos aún cuando no hay fundamento. La modestia se puede leer como inseguridad. Yo me formé académicamente en la Universidad de Oviedo y puedo decir que llegué a Cambridge tan preparada o mejor que cualquiera de mis compañeros de estancia posdoctoral, británicos o procedentes de otros países. Sin embargo, no se trata solo de tener confianza en uno mismo, sino de hacérselo saber a los demás, y eso no significa caer en la arrogancia. Por otra parte, nunca he sido consciente de ningún obstáculo profesional relacionado con el hecho de no ser británica o de ser mujer y tener familia. Con el tiempo me he dado cuenta que la mayor parte de los obstáculos son percepciones personales y bloqueos autoimpuestos".

Asturias, lamenta, "es muy poco visible en el exterior. En 21 años en Reino Unido no he conocido a un solo británico que haya estado en Asturias. Cuando les dices que es una región en la costa norte de España como mucho hacen referencia al País Vasco o a Santander por el ferri y solo recientemente han empezado a mencionar Santiago por la peregrinación. Y entonces es cuando yo les hago promoción turística del Principado".

El potencial turístico es una ventaja "y se puede explotar mucho mejor con una gestión adecuada para hacerlo sostenible y no caer en la masificación. Pero ahí también está la carencia, ¿qué otra oferta puede presentar Asturias para darse a conocer en el exterior? Faltan alternativas al turismo y aquí entra de nuevo el tema de la creación de nuevas oportunidades. ¿Por qué no va a ser Asturias, por ejemplo, un lugar con un tejido industrial reconocido en el exterior y que atraiga talento de otros lugares? ¿Qué lo está impidiendo?".

Yo diría más bien comportamientos y actitudes que podrían ser beneficiosos. De los británicos admiro muchísimo su practicidad, su resiliencia y sentido de comunidad ante las adversidades, su capacidad de reírse de sí mismos y de no tener miedo al ridículo. Y, por supuesto, el famoso sentido del humor es algo único. En Cambridge en particular la sociedad es abierta y muy tolerante. Es muy raro escuchar juicios y críticas que no sean constructivas. La creatividad y el espíritu innovador son excepcionales y la actitud de "se puede hacer" es constante.

Mensaje a los políticos: "Que se abandonen cuanto antes el cortoplacismo y el parcheado y se genere un proyecto de región a largo plazo. Un proyecto para Asturias por encima de ideologías políticas, que perdure más allá de las elecciones y que esté ahí, como referencia, que la gente entienda y asuma como un reto colectivo para Asturias y con el que sentirse identificados. Un proyecto que no dará resultados visibles inmediatos, pero que a la larga puede transformar a Asturias en un lugar aún mucho mejor para vivir. ¿Quizás existe ya ese proyecto de Asturias 2033? Y que se empiece a trabajar en ello desde ya".

Y a quien quiera buscarse la vida fuera, un consejo: "Que no lo dude y que se marche con muchísima ilusión y confiando en su capacidad de conseguir lo que se proponga. Que vaya con una mentalidad abierta y con ganas de aprender y de disfrutar. Que acoja el cambio como algo positivo que le va a hacer crecer tanto profesional como personalmente".

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