LXXV Temporada de Ópera | Sara Blanch Soprano, debuta como Ofelia el jueves en «Hamlet», nueva producción del Campoamor

"Cuando a una mujer se le pasa algo por la cabeza, como a Ofelia, es que algo intuye"

"Los programas de renovación de públicos son muy positivos, pero creo que hay un exceso de preocupación, en la ópera por ahora ha ido todo bien"

Sara Blanch, la semana pasada, en el teatro Campoamor. | Iván Martínez

Sara Blanch, la semana pasada, en el teatro Campoamor. | Iván Martínez / Chus Neira

Chus Neira

Chus Neira

La soprano Sara Blanch (Darmós, Tarragona, 33 años) es la Ofelia del "Hamlet" de Ambroise Thomas en la nueva producción de la Ópera de Oviedo que se estrena este jueves (Campoamor, 19.30 horas). Cuarta vez en el teatro ovetense, es su primer papel protagonista en el primer reparto.

–¿Qué supone volver al Campoamor?

–Me hace mucha ilusión. El Campoamor fue el primero que me dio un rol protagonista en un gran teatro. Había hecho pequeño formato en Barcelona y había debutado en Pésaro, en Italia, en "Il viaggio a Reims" en 2013, pero digamos que empecé a rodar en Oviedo, con el segundo reparto de "L’elisir d’amore", en 2017. Fui muy bien acogida por todo el personal y por el público. Hasta el punto de que como las tres veces que he estado, hasta ahora, era en el segundo reparto, he llegado a recibir mensajes de gente que me decía que se iban a abonar al segundo solo por mí. Que te quieran tanto en un teatro es muy especial, y aquí, en la temporada de Oviedo, hay mucha pasión por la ópera. Se nota en el calor de la sala, es muy bonito.

–Y llegó el primer reparto...

–Sí, muy bien, era el paso natural y hacerlo con esta ópera me está gustando mucho. Se sale un poco de mi repertorio habitual. He hecho poca ópera francesa y esta es la primera con un rol protagonista. Es un papel que entendí enseguida, en el que cada vez encuentro más cosas y estoy muy cómoda.

–Los ensayos prometen mucho, dicen los que la han escuchado.

–Primero quiero hacerlo [toca madera]. Pero es cierto que es un rol que cada día encuentro algo más.

–En la versión francesa de Shakespeare no mueren todos, pero su Ofelia aquí tampoco se libra. ¿Cómo se prepara un personaje con tanto detrás?

–He de decir que a mí me gusta el final trágico. La aproximación a Ofelia ha sido mucho a través de la música, que te da mucha información. Sí es verdad que con Susana Gómez hemos trabajado en no dejarnos llevar por esa melodía tan bonita, abordarla un poco desde el texto, buscando un equilibrio.

–¿Cómo es Ofelia?

–Es una persona que entra con la duda desde el primer momento. Creo que cuando una mujer piensa algo, cuando le pasa una idea por la cabeza, no son solo imaginaciones, siempre hay algo, intuye algo. En "Hamlet", desde que sale a escena nota que hay cosas que no están claras, y cada vez es peor.

–Una Ofelia con gafas.

–Susana Gómez quiso darle otro giro, no presentarla como la chica perfecta. Los vestuarios y el peinado me sorprendieron, son muy distintos cuando los ves desde lejos, creo que a la gente les va a encantar.

–¿Cómo ha sido su trayectoria de Darmós, un pueblo de 100 habitantes, hasta aquí?

–Allí estuve hasta los 18 años. Mi padre es compositor y director de coro y mi madre me enseñó a tocar el piano. Cantaba en la coral de mi pueblo, en misa y las canciones de Disney. Empecé canto a los 14 años y luego seguí en Barcelona.

–¿Quería cantar ópera desde pequeña?

–Quería cantar. La ópera la descubrí con 14 años, cuando me di cuenta de las posibilidades de mi voz.

–Desde su juventud, ¿qué opina de la renovación de públicos?

–Me agobia un poco. Hay como un exceso de preocupación. Creo que hasta ahora en la ópera ha ido todo bien. ¿Por qué hay que preocuparse tanto por todo en todos los ámbitos de la vida? Eso no quiere decir que está muy bien que haya programas para los jóvenes, porque a veces hay como una barrera psicológica que les impide acceder a la ópera, porque es cara, elitista, de gente mayor... Todo lo que se pueda hacer está bien, pero sin desvirtuar a los jóvenes, porque los que acceden a la ópera y les gusta repiten.

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