La mitad de los colegios profesionales asturianos pendientes de la ley de Paridad

La legislación en trámite, en el aire tras el adelanto electoral, obligaría a introducir más mujeres en más de una veintena de juntas directivas

La junta del Colegio de Economistas de Asturias; sentados, desde la izquierda, Miguel Ángel Garzo, Abel Fernández, J. Antonio Sierra y Luis Ramón Menéndez, y de pie, Isabel Menéndez, Andrés Álvarez, Ángel Sainz de Baranda, Silvia Suárez, Gabriel Francisco García, Elena Fernández, Víctor M. Egea y Ana Valverde. | LNE

La junta del Colegio de Economistas de Asturias; sentados, desde la izquierda, Miguel Ángel Garzo, Abel Fernández, J. Antonio Sierra y Luis Ramón Menéndez, y de pie, Isabel Menéndez, Andrés Álvarez, Ángel Sainz de Baranda, Silvia Suárez, Gabriel Francisco García, Elena Fernández, Víctor M. Egea y Ana Valverde. | LNE / Elena Fernández-PelloE. F.-P.

Elena Fernández-PelloE. F.-P.

La ley de Paridad, cuyo anteproyecto fue aprobado el pasado 7 de marzo por el Consejo de Gobierno y que el 25 de mayo recibió el informe favorable y unánime del Consejo General del Poder Judicial, plantea un considerable reto a los colegios profesionales, los organismos que se ocupan de ordenar el ejercicio de cada profesión y asumen la defensa de los intereses de sus colegiados. Actualmente en periodo de información y consulta pública, requisito previo a su aprobación en el Congreso, la súbita convocatoria de elecciones generales deja en el aire su futuro, como el de muchas otras leyes en tramitación.

A la espera de saber qué pasa con ella, lo cierto es que el anteproyecto de ley orgánica de representación paritaria de mujeres y hombres en los órganos de decisión se redactó para cumplir con uno de los objetivos de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, el de la equiparación de mujeres y hombres en todos los sectores y niveles de decisión. De salir adelante, la legislación española obligaría a que en los órganos de dirección públicos y privados, entre ellos los colegios profesionales, hubiera un 40 por ciento de participación femenina. En Asturias, con medio centenar de colegios registrados, al menos la mitad tendría que reforzar la presencia de mujeres en sus juntas. Para hacerlo disponen de tiempo de sobra, porque esa prescripción entraría en vigor el 30 de junio de 2026.

En esa situación están, entre otros, el Colegio de Veterinarios, el de Agentes Comerciales de Oviedo y de Gijón, el de Economistas y el de Geólogos, el de Graduados e Ingenieros Técnicos de Minas, el de Ingenieros Agrónomos, el de Ingenieros de Minas del Noroeste, el de Licenciados en Educación Física, el de Graduados en Ingeniería Informática e Ingenieros Técnicos en Informática o el de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas e Ingenieros Civiles. Todos ellos tienen juntas directivas con representación femenina minoritaria. Hay algún caso, como en el del Colegio de Agentes Comerciales de Gijón, en el que no hay ni una mujer entre sus miembros.

También es muy minoritaria la representación femenina en las directivas del Colegio Oficial de Graduados e Ingenieros Técnicos de Minas y Energía del Principado, con una mujer entre 11 miembros; en el de Minas, con dos mujeres entre 15 hombres, o en el de Agentes Comerciales de Oviedo, con una entre nueve varones. Especialmente llamativa es la escasa representación femenina en la junta directiva del Colegio de Médicos, una profesión en la que las mujeres son mayoría y que, sin embargo, en su junta de gobierno mandan los hombres, con once varones frente a seis mujeres.

En el extremo opuesto está el Colegio Oficial de Trabajo Social de Asturias, cuya junta directiva está constituida íntegramente por mujeres, seis de los seis puestos a ocupar. Son raros lo casos en los que las mujeres son mayoría y que, consecuentemente, se ahorran los ajustes, pero ocurre en algunos colegios: en el de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, con cinco mujeres entre un total de siete miembros; el de Abogados, con 13 directivos y entre ellos siete mujeres; el de Farmacéuticos, con 15 mujeres de un total de 24 miembros; el de Periodistas, que cuenta con siete mujeres entre sus once componentes o el de Biólogos, formado por doce miembros, entre los que hay siete mujeres.

La paridad, al menos al 40 por ciento que exigiría la futura ley, ya se cumple en los órganos colegiados que representan a sectores profesionales como los Arquitectos (nueve miembros, cuatro mujeres), Aparejadores y Arquitectos Técnicos (siete componente, tres mujeres), los Gestores Administrativos, los Abogados de Gijón y el Colegio de Fisioterapeutas. En estos tres últimos, mujeres y hombres se reparten la junta de gobierno al 50 por ciento.

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Abel Fernández, decano del Colegio Oficial de Economistas y presidente de la Unión Profesional de Asturias, la entidad que aúna a todos los colegios profesionales, afirma que «la incorporación de la mujer al mundo laboral se traspasa a las juntas de los colegios y de manera natural va cambiando sus directivas», explica. Sin embargo, señala, hay excepciones: «Hay ciertos colegios donde hay muchas mujeres, en el ámbito sanitario especialmente, y sin embargo en las direcciones de los colegios están en manos masculinas». Si la ley de Paridad sale adelante, indica, habrá tiempo de sobra para aplicarla. «La Unión Profesional de España, que preside Victoria Ortega, la presidenta del Consejo General de la Abogacía, ha creado un grupo de trabajo para la igualdad de género y tiene gran interés en que este cambio se haga». No tiene por qué suponer ningún problema, no es necesario que los colegios adelanten las elecciones, dice, y «aunque hay opiniones en todos los sentidos, es algo que se ve con naturalidad y total normalidad». Tras consumarse la fusión del Colegio de Economistas con el de Titulados Mercantiles, el órgano que dirige Abel Fernández cuenta en su directiva con un tercio de representación femenina, así que sería uno de los afectados por la nueva ley.

Algunos colegios, sin embargo, advierten que la ejecución de la ley de Paridad no siempre resultará sencilla. El Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, por ejemplo, explica que sus estatutos contemplan que «el órgano que rige la institución, sea elegido por sufragio universal, sobre candidaturas completas y abiertas, siendo la candidatura de presidente y vicepresidente conjunta, por lo que no es posible garantizar que su composición sea paritaria». Por eso, el Colegio ha propuesto, haciendo uso del periodo de información pública, que lo que se garantice es que «las candidaturas a junta de gobierno tengan una composición en la que los candidatos del sexo menos representado sean como mínimo el 40 por ciento del total». Si no hubiera más remedio el Colegio, que trabaja en favor de la igualdad en la profesión y ha creado un grupo específico de «Mujer e ingeniería» y ha editado una guía de lenguaje inclusivo, cambiaría sus estatutos.

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