David Guardado: "El discurso de la renuncia condiciona a Asturias desde el siglo XIX"

"Ese discurso de la renuncia y del sacrificio que tenemos interiorizado los asturianos nos condiciona y responde a unos ideales concretos desde el siglo XIX, cuando se centraliza el Estado por la influencia de Francia. Asturias perdió su nombre y pasó a ser provincia de Oviedo; más adelante se perdió la Junta General del Principado". El lingüista y académico de la Llingua David Guardado lo explicó ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA durante la presentación de su libro "Nunca vencida. Una idea de la historia d´Asturies" (La Fabriquina), obra en la que Guardado repasa las ideas, mitos y discursos sobre Asturias que a lo largo de la historia, desde la Edad Media hasta hoy, compitieron por ser dominantes en la ideología e idiosincrasia de la región. El ensayo, con prólogo de Pilar Sánchez Vicente, se detiene en el análisis de símbolos como "los astures", "Pelayo", "Covadonga", "la francesada", "la bandera", o "la llingua", como indicó el periodista Cristóbal Ruitiña, que intervino en el acto junto a Pedro de Silva, escritor y expresidente del Principado, y al historiador y sacerdote Javier Fernández-Conde.

Guardado abundó en la profunda transformación que supuso ese nuevo modelo administrativo. "Caveda y Nava lo justifica a través del relato del sacrificio y argumenta que Asturias, como madre de España, tiene que sacrificarse, debe autoinmolarse por el bien de España". "Posada Herrera llega a decir que la provincia de Oviedo renunció a sus fueros y libertades en aras de la unidad. Frente a eso está el contraejemplo de las provincias vascas y Navarra. En ese momento se crea toda esa narrativa por el bien de esa España unitaria, cuestionada por el Carlismo y el republicanismo federal", añadió el autor.

Pedro de Silva aseguró que "la historia de Asturias es tan grandiosa que resulta inabarcable para los propios asturianos; este libro es necesario para contrarrestar tanto discurso único y aspira a replantear la idea de España".

Javier Fernández-Conde se remontó a las crónicas sobre la Reconquista escritas por mozárabes para explicar esa narrativa de Asturias como un ente único que impera en la región y pervive hoy día. "El obispo Pelayo veía en las montañas de la Cordillera una protección providencial que aislaba de otras influencias", aseguró.

Entre el público que llenó el Club estuvieron Adrián Barbón, presidente en funciones del Principado; la diputada electa socialista Mónica Ronderos y Adrián Pumares, diputado electo de Foro, que protagonizó un efusivo saludo con Barbón.