Entrevista | David García Batería de "Vetusta Morla", que actúa el domingo en Gijón

"Es una pena que la música ahora se haga con ordenadores y sin participar músicos"

"Con tanto festival se está poniendo en peligro el circuito de las salas, no puede desaparecer esa manera cercana de disfrutar de los conciertos"

Juan Pedro Martín, en primer término; y David García, detrás a la batería, en el concierto de «Vetusta Morla»  de hace dos veranos en Gijón, en El Molinón. | Marcos León

Juan Pedro Martín, en primer término; y David García, detrás a la batería, en el concierto de «Vetusta Morla» de hace dos veranos en Gijón, en El Molinón. | Marcos León / Pablo Antuña

Pablo Antuña

Pablo Antuña

David García, conocido como "El Indio", es el batería de la banda "Vetusta Morla", que este domingo actuará en Gijón a partir de las 17.00 horas en el "Sounday Festival", una cita novedosa que se celebrará en el parque Hermanos Castro. Cita por la que también se pasarán grupos como "Viva Suecia", "La Paloma", "Menta" o "Mardom".

–Es su única parada de este año en Asturias. ¿Hay una motivación especial?

–Sí. Siempre nos gusta pasar por todo el país en cada gira. Y para mí, que tengo vinculación con Asturias, aún más. Ya estaban preguntándome desde el principio si no íbamos a tener un concierto ahí.

–¿Cuál es su vinculación?

–Mi padre es de León y siempre hubo mucha cercanía con Asturias. Y además tengo un primo en Gijón. He veraneado muchos años allí por Asturias y también por Galicia.

–Llegan a Gijón dentro de una gira por el Norte.

–Me encanta el Sur, me gusta mucho, pero cada año nos gusta más ese fresquito del Norte.

–Actúan en el estreno del "Sounday Festival", en el que estarán entre otros "Viva Suecia" o "La Paloma". Se ha bautizado como la cita "indie y rock" más potente de España. ¿Qué le parece esta propuesta?

–Fantástica. Estamos en una época de festivales. Los hay en la mayor parte de ciudades principales. Los promotores privados están peleando mucho por ellos. Lo bueno de eso es que demuestra la importancia y el momento que vive la escena musical y lo potente que es. Pero no habría que perder de vista el complemento y la cantera que hace que luego puedan existir festivales, que es el circuito de las salas. Últimamente está poniéndose en peligro, o sea que hay que cuidar esas salas y habrá que compensar por ese lado para que se mantenga el equilibrio, para que funcione toda la escena musical y haya regeneración. No puede desaparecer esa manera más cercana de disfrutar de los conciertos.

–¿Les sirve un poco de recuerdo de sus inicios y de alguna forma mantener así los pies en el suelo?

–Estuvimos muchos años tocando en salas y garitos y luego cada uno tuvimos muchos proyectos y los seguimos manteniendo por otro lado. Pero en nuestro caso aún no nos hemos olvidado de qué es tocar en salas, porque cuando vamos a tocar a Latinoamérica lo seguimos haciendo. Seguimos pasando por esos tradicionales garitos. Tenemos esa patita en el suelo todavía ahí, que nos sirve para recordar muy a menudo de dónde venimos. Eso es fantástico. Nos hace ser conscientes de lo privilegiados que somos por disfrutar lo que estamos viviendo.

–Cuando se les cuestionaba por esa etiqueta de grupo indie decían que eran radicalmente independientes. ¿Lo mantiene en estos tiempos en los que aparecen con fuerza otro tipo de influencias musicales?

–Hace años se nos puso ahí como abanderados de la escena indie. Mucha gente integrista de la música independiente analiza mucho cada situación. Nosotros intentamos apartarnos de eso. Solo queremos hablar de música. Y si hablamos de un proyecto en el que todo se hace desde la independencia, el propio grupo debe organizar toda su carrera. En ese caso somos el grupo más independiente que existe porque todos nuestros discos pertenecen a nuestra discográfica. Y los dos últimos grandes de estudio los hemos licenciado para "Sony", lo que ha servido para amplificar nuestro trabajo. Pero la música sigue siendo nuestra.

–¿Y cómo ve la escena musical actual?

–Ha cambiado bastante. Ahora es una pena que, de repente, nos encontremos que la música comercial está ocupada por artistas urbanos y por música hecha en estudio y con ordenadores, en la que no participan casi músicos y las bandas ya no están de moda. La profileración de las redes sociales premia solo la individualidad. Ahora la moda es la música electrónica, con una base potente, con colaboraciones. Estamos atentos, no obstante, a todo eso; hay cosas que nos pueden influenciar a la hora de hacer nuestra música, pero tenemos muy claro nuestra manera de componer. Esa esencia seguirá ahí.

–¿Cómo será su concierto en Gijón?

–Estamos en el segundo año de presentación de "Cable a tierra", pero en los festivales el repertorio va más allá. Solemos dejar un poco más de lado los temas más íntimos y esos momentos tranquilitos.

–¿Qué queda de aquellos chavales que se reunían en Madrid en Tres Cantos para tocar con 15 años cuando empezó todo?

–Intentamos mantener las cosas semejantes a como las teníamos. Vamos madurando, pero seguimos buscando eso que teníamos que nos ilusionaba. Lo que rescataría, quizás, es la regularidad de ir al local de ensayo a hacer música sin más.

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