Una lucha que necesita nuevas medidas sin partidismos

Beatriz Llaneza

Beatriz Llaneza

Asistimos, como cada 25 de noviembre, a un nuevo Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, aunque no tenemos nada que celebrar, porque, desgraciadamente, las cifras de víctimas siguen siendo inaceptables. Desde 2003, año en que se empezaron a recopilar unos datos que rezuman dolor y tristeza, un total de 1.237 mujeres en España han muerto por la violencia contra la mujer, 52 de ellas en lo que va de 2023.

Estamos obligados a no olvidarlas, a recordarlas de la mejor manera posible: trabajando sin descanso contra esta lacra. Éste es el firme compromiso del Partido Popular con todas y cada una de las mujeres víctimas, con sus hijos y con sus familias. Tenemos que denunciar, perseguir y condenar la violencia contra las mujeres todos los días, pero también tenemos que educar contra esta violencia, que no conoce de edades ni de generaciones. En Asturias, casi 30 adolescentes tienen protección policial, y cuatro menores cumplen condena por violencia de género.

Tampoco podemos olvidar el drama terrible de los abusos sexuales: las agresiones a niñas menores de 16 años han aumentado el 36 por ciento en el último año, y en Asturias se producen de media 12 casos de agresión sexual al mes.

Este muy negativo panorama nos obliga a realizar una profunda reflexión y al desarrollo de nuevas iniciativas, porque las aplicadas no son suficientes o, lamentablemente, directamente suponen un retroceso inaceptable en una sociedad moderna. La infamia que ha supuesto la nefasta ley de sólo sí es sí debería avergonzar a quien la pergeñó, la aprobó y la defendió. Más de 1.200 violadores y pederastas han visto reducida su condena por la citada ley, y 121 han sido excarcelados. En Asturias se han producido 44 rebajas y dos excarcelaciones. Es inadmisible y una situación incompatible con la defensa de los derechos de la mujer.

Como algo está fallando, no cabe relajarse en esta lucha que nos afecta a todos, dejando fuera intereses partidistas y poniendo toda la atención y recursos en la prevención y en la atención a las víctimas, para lograr una sociedad plena en la que hombres y mujeres seamos libres e iguales.