Javier Fesser merece todo el crédito del mundo. Pocos directores hay tan arriesgados, tan desinhibidos, tan radicalmente originales como el director de esa maravillosa rareza que es "El milagro de P. Tinto", de la desgarradora "Camino" o de la espléndida "Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo", la adaptación definitiva de los tebeos de Francisco Ibáñez. Con "Campeones", Fesser se la vuelve a jugar, en este caso con una historia en el filo de la corrección política y un reparto repleto de actores discapacitados y no profesionales. El resultado es un filme muy divertido, a ratos hilarante, y decididamente recomendable pese a algún desliz sensiblero que no empaña, para nada, el resultado final.