El guitarrista Emilio Ribera y el cantaor David Hernández dieron esta añana de sábado una clase magistral de cante flamenco. Pese a las horas, doce de la mañana, la pareja fue capaz de calentar, emocionar y aleccionar a los dos centenares de personas que se concentraron en el auditorio de la nave taller de La Vega para conocer palos, modos y algo de historia del flamenco.
Ribera, tras un breve repaso a los orígenes del flamenco, cruce de la presencia del pueblo gitano en Andalucía con la mezcla de culturas que allí había, puso al público a dar palmas de blues, rock o Bossa Nova para evidenciar la dificultad y diferencia del flamenco, mezcla de ritmos ternarios y binarios frente a los cuatro tiempos del resto de músicas populares citadas. Los músicos citaron a Lola Flores, "el que no sepa el compás que no haga palmas", antes de empezar a enseñar a los espectadores los rudimentos básicos de los principales palos: soleá, bulerías, alegrías y hasta seguidillas y tangos.
La Vega, un laboratorio de las mil maravillas por los "Princesa"
La actuación estaba ligada al "Premio Princesa" de las Artes que este año ha recaído en Carmen Linares y María Pagés.