La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Más de cien efectivos

El dispositivo habitual que dirigen Carlos Barcia y Claudio González Alperi consta de 45 agentes de la Policía Nacional, 16 policías locales que controlan el exterior del estadio y la salida de los vehículos, 48 vigilantes de la seguridad privada del club, 14 sanitarios de Cruz Roja, 6 bomberos y 2 voluntarios de Protección Civil. En general, se presta un poco más de atención a las puertas que pueden presentar algún problema. Los Ultra Boys acceden por la número quince y los ultras visitantes suelen hacerlo por la puerta 6 o por la número 4. En estas la seguridad está más atenta, los vigilantes tienen más cuidado.

En caso de que el encuentro sea declarado de alto riesgo por la Comisión Antiviolencia, sea por la causa que sea, el número de agentes de la Policía Nacional podría llegar a elevarse hasta 120, además de que se pediría la ayuda de los guías caninos (que ya han trabajado en El Molinón en numerosas ocasiones) y de los Tedax (Técnicos Especialistas en la Desactivación de Artefactos Explosivos), estas dos unidades dependen de la Jefatura de Oviedo.

Una vez concluido todo partido, Carlos Barcia, como director de seguridad, tiene que firmar un acta del encuentro que se remite a la Oficina Nacional del Deporte en Madrid, junto con el informe del coordinador de Seguridad, Claudio Alperi.

Los agentes de policía se dejarán ver en las puertas con un carácter intimidatorio y para reforzar la autoridad de los vigilantes de seguridad. Además, se contará también con agentes de policía secreta que estarán atentos a cualquier movimiento del campo. El objetivo es que El Molinón sea un fortín para la seguridad de los aficionados, además de para el equipo.

Compartir el artículo

stats