Contra todo pronóstico, Levante y Sporting pelearon a pecho descubierto, en un partido que será recordado más por los errores que por los aciertos. Mereció mejor suerte el Sporting en el primer tiempo, en el que Pablo Pérez tuvo ocasiones para haber goleado al Levante. Los de Abelardo se encogieron tras el descanso y claro, el Levante se vino arriba, dominó y creó algunas oportunidades muy claras. El balance tras la batalla fue de un balón al palo por cada equipo. Los porteros no lucieron.

Pablo Pérez se topó con todo en el Ciudad de Valencia. Primero con el pecho de Feddal, luego con las piernas de Isma López y finalmente con el poste derecho de Mariño. Al exalumno de la Inmaculada se le resistió ayer su primer gol en Primera División, por más que lo persiguió con la constancia de la fe. La sorprendente apuesta del Pitu le salió bien. Rubi no había previsto la zancada larga de Pablo Pérez un buen llegador, uno de esos futbolistas a los que siempre les cae la pelota. Pablo fue ayer la pieza clave del engranaje rojiblanco. En defensa formaba línea con Nacho Cases, dejando a Sergio como ancla a su espalda. En ataque, Pablo se desgastaba en desmarques de ruptura, mientras Sanabria ganaba balones a los centrales. Hasta que se agotó.

Tuvo razón Abelardo. Nadie se esperaba la sorpresa del Pitu. Lo que tienen los clásicos es que siempre vuelven. Cuando más hay en juego, el técnico, deslumbrado por la última media hora del partido ante el Atlético, recupera el centro del campo que sueña el sportinguismo: Sergio y Nacho Cases. Si se trata de recuperar las señas de identidad, no hay más debate. Ayer volvió al dibujo (4-1-4-1), ése al que tantas veces se encomendó en el filial. El Pitu premió el buen trabajo de Carmona y Pablo Pérez, que volvió a jugar en su posición natural, desplazando con su pierna larga y su despliegue físico, a Ndi y Halilovic del equipo titular. En defensa, no había dudas. Abelardo prefiere un central hecho y con ritmo de competición y así lo enseñó toda la semana con Vranjes formando pareja con Luis Hernández. Quizá sí las haya tras el partido de ayer. Parece complicado que Vranjes vuelve a jugar de central en un futuro inmediato.

La sensación que deja el duelo entre los dos últimos clasificados (con este punto el Sporting supera al Getafe) es que lo son por algo. Al Levante le pudo la ansiedad de ver cómo la categoría se le escurre entre los dedos. Al Sporting empezó a gustarle el empate demasiado pronto. Le faltó ambición en un segundo tiempo en el que tuvo oportunidades para cazar al Levante a la contra, pero sus futbolistas se pararon. Como hizo Jony con el tiempo ya casi vencido, en una contra de libro, con superioridad numérica del Sporting. Era el momento de tirarse al cuello de la clasificación. El Sporting no lo hizo y las tablas se les cayeron encima a los dos equipos. Los de Abelardo parecían mucho más felices al término del encuentro.

"Cuando no puedes ganar, lo más importante es no perder". El Sporting se sumó ayer al sentido homenaje que el Ciudad de Valencia le rindió a Johan Cruyff, el genio holandés que cambió el fútbol y que fue granota en sus últimas carreras como futbolistas. Abelardo leyó el partido mirando a un horizonte lejano. El Pitu tiene echas sus cuentas y sabe que se trata de sumar cada semana, y de sacar lo de casa. El Sporting pudo, pero estuvo cerca de perder. Así que regresa de Valencia con una igualada bien maja.