Miguel de las Cuevas (Alicante, 19-6-1986) se mantiene en la memoria del sportinguismo como el jugador que dio la última victoria en el Bernabeu y rompió con la racha de 150 partidos sin perder como local de Mourinho. El exrojiblanco vuelve el domingo a El Molinón con el objetivo de sumar otro triunfo que rompa con la racha negativa de un Osasuna que peleará con los gijoneses por eludir la permanencia.
-¿Qué sensaciones tiene en su regreso a El Molinón?
-Estoy deseando que llegue el partido. La anterior ocasión fue con los dos equipos en Segunda, así que ahora, mucho mejor. Los dos nos estamos jugando mucho. Va a ser un encuentro emocionante e intenso.
-Ambos conjuntos están muy necesitados de victorias.
-No hemos empezado bien. Es la primera vuelta, aún queda mucho fútbol, pero nosotros hemos cambiado hasta de entrenador. Estamos en una dinámica mala y necesitamos ganar cuanto antes.
-¿Ha sido difícil para el grupo asimilar la destitución de Enrique Martín?
-Sí. Enrique era muy querido en el vestuario porque cogió al equipo en una situación muy mala, lo salvó, y al año siguiente lo ascendió a Primera. Ha dejado un gran recuerdo. Como persona es un diez, pero los resultados mandan y el club ha entendido que había que hacer un cambio.
-¿Es Martín el entrenador más parecido a Manolo Preciado con el que ha coincidido?
-En la forma de llevar el vestuario sí que eran parecidos. Los dos eran muy psicólogos, llevaban muy bien a la plantilla, creaban muy buen ambiente. En el trabajo, en cambio, eran totalmente diferentes.
-¿Qué ha cambiado Caparrós?
-El cambio que más hemos notado es el del sistema. Con Martín llevábamos tres años jugando con cinco defensas, y con Joaquín jugamos con cuatro atrás. Tiene experiencia en sacar equipos de la zona baja y, poco a poco, estamos mejorando.
-¿Cómo ve al Sporting?
-Empezó muy bien. Parecía que no iba a pasar tantos apuros esta temporada. Ha entrado en una mala racha y tiene la necesidad de romper con esa mala racha para que los jugadores puedan dar más de lo que están dando. Hay equipo para que estén mucho más arriba.
-¿Qué le dicen los amigos que ha dejado en el vestuario?
-Hablé esta mañana (por ayer) con Pichu, pero solemos tocar poco el tema del fútbol. Los dos estamos preocupados por la situación de nuestros equipos.
-Parece una final.
-Queda mucho, pero es un partido que el que gane va a salir bastante reforzado, sobre todo, anímicamente.
-¿En qué ha cambiado respecto al jugador que se fue de Gijón en 2013?
-Me conozco mucho como futbolista. Soy más inteligente en el campo. Sabes dónde estar, cuándo desbordar. Te lo da los años.
-¿Qué echa de menos de su etapa como rojiblanco?
-Las amistades. Dejé allí a muy buena gente.
-Se fue a Osasuna, después al Spezia italiano, y regresó a Pamplona. ¿De qué se siente más orgulloso y de qué se arrepiente?
-Arrepentirme, de nada. Mi paso por Italia fue bueno para el club, porque dejó una cantidad que se necesitaba, y bueno para mí. Allí me encontraron un prolema en el corazón y allí me curaron, algo por lo que siempre les estaré agradecidos. La vuelta a Pamplona, además, ha supuesto un ascenso.
-¿De estar otro entrenador en el banquillo hubiera dejado el Sporting?
-No lo sé. Ha pasado mucho tiempo. En su momento lo dije. Me fui porque no me gusta estar en un equipo y no contar para el entrenador. Lo di todo por el Sporting como lo doy todo ahora por Osasuna.
-La semana pasada mucha gente recordaba su gol en el Bernabeu.
-Ha sido el gol más importante que he metido. Con el paso de los años te das cuenta de lo difícil que fue aquello.
-¿Si marca el domingo lo celebrará?
-Por respeto a la afición y a la gente que me ayudó, en El Molinón no lo celebraría. Si marco en el 90 y es el de la victoria, igual se me escapa algo (se ríe), pero en frío no lo haría.
-Hablando de goles, ¿qué me dice de Sergio León?
-Pues que es un goleador puro. Fue el pichichi de Segunda, es su primer año en Primera y tiene que ir adaptándose. Tuvo muchas ofertas, y al final se vino con nosotros. Nos va a dar muchas alegrías.
