Hace una semana, con motivo de la comida en la que se reconoció a los socios que cumplían 50 años de forma ininterrumpida en el club, Javier Fernández aprovechó para dar un mensaje de respaldo a Rubén Baraja y su trabajo en el banquillo para confiar en que el Sporting llegase a luchar por el ascenso a Primera. Ayer el presidente del Sporting quiso hacer extensible ese respaldo a Miguel Torrecilla, director deportivo del club, del que garantiza su continuidad en el club pase lo que pase a partir del próximo mes de junio. "Seguirá aunque no juguemos play-off", destacó antes de añadir que "es la persona adecuada y en el Celta de Vigo ya tuvo una gran evolución".

El presidente rojiblanco a renglón seguido reafirmó el proyecto de Baraja y confía en que sea el próximo técnico del Sporting en Primera. "Cuando a Baraja se le hace el contrato por dos años es porque pensamos en un proyecto de esa duración. Nuestra idea es que Baraja siga este año y el siguiente. Y si es en Primera mucho mejor. Aunque evidentemente, como esto es fútbol, si las situaciones cambian se podrían pensar otras cosas", desveló ayer en el transcurso de una entrevista concedida a la emisora "Radio Marca Asturias".

Torrecilla y Baraja fueron dos de los nombres propios del momento actual del club que fueron valorados por el presidente, que además se detuvo en uno de los jugadores de la plantilla actual, como es el caso de Jony. "Antes de que viniese nos reunimos para aclarar nuestras posturas. Tuvimos una charla muy larga y productiva y ahora mantenemos una relación muy estrecha. Las cosas se arreglan hablando. Nos ha costado muchísimo traer a Jony de Málaga", indicó Javier Fernández antes de añadir que intentarán hacer un esfuerzo por retenerle el próximo verano, momento en que finaliza su cesión en el Sporting y debería regresar a la Rosaleda. "Vamos a pelear a muerte por Jony. Dependemos de si el Málaga facilita o no su salida, pero si estamos en Primera sería más fácil de conseguir", apuntó.

Javier Fernández también hizo un balance de la situación económica de la entidad. El presidente reconoció que el concurso de acreedores aún no está cerrado, "aunque en los próximos días le mandaremos al juez toda la documentación de lo que hemos pagado, pero no sabemos si el proceso se puede cerrar en un mes, un año o diez", y esa circunstancia según añadió hace que no se haya planteado en estos momentos afrontar el proceso de venta del club. "En dos años intentaré una salida ordenada, pero si no se lleva a cabo no pasaría nada", comentó.

El presidente y máximo accionista del club rojiblanco prefiere no ponerse aún en ese hipotético escenario de venta del club, aunque matiza algunas preferencias: "Llegado el caso se verá, pero me gustaría que el club quede en manos de asturianos o algún descendiente de asturianos. Y sino puede ser, prefiero que acabe en manos de un europeo o americano antes que alguien de otro continente". Asimismo, sin poner fecha de caducidad a su estancia en el club, del que es presidente desde 2016, Javier Fernández manifestó su intención de no alargar mucho su tiempo al frente de la entidad. "No me veo diez años de presidente", reconoció.

Tras la celebración del derbi desde Antiviolencia se propuso una sanción de 75.000 euros al Sporting por permitir que se encendiesen bengalas en El Molinón en el entrenamiento previo al partido en el Tartiere. Desde la comisión además afearon al club "por facilitar la actividad de 'Ultra Boys'". Javier Fernández, que ya ha reconocido públicamente que no tienen constancia de la sanción más allá de la prensa, señaló que "en la grada de animación hay más de mil aficionados y no todos son 'Ultra Boys'. No podemos criminalizar a todos los que están en grada con los ultras, también hay hijos de amigos míos que van allí, y no se le puede asignar el tratamiento de ultra a todos". Asimismo, Javier Fernández añadió que "en el Sporting estamos en contra de la violencia y continuamos la búsqueda para identificar al autor del cántico racista contra el Nàstic".