El compromiso puede más que el dolor. Rubén García llegó a jugar varias semanas con un hueso roto para intentar ayudar al equipo. Así lo reconoció ayer el futbolista, al señalar que en diciembre, en el partido ante el Zaragoza, en El Molinón, se fracturó el cúbito del brazo izquierdo. Desde entonces lleva un vendaje para proteger la zona que, de momento, mantiene. Nunca fue baja por este motivo. "Estoy ya mucho mejor. No fue una fractura muy abierta y, dentro de lo malo, no ha sido nada importante", señala el valenciano.

"Somos conscientes de que vamos a un campo en el que va a ser muy difícil ganar. Son líderes y llevan una temporada excepcional". Rubén García asume lo complicado de visitar El Alcoraz, donde el Huesca lleva más de un año sin perder, pero se muestra ambicioso ante el reto de continuar con la escalada en la tabla del Sporting. "Es una semana clave. Somos conscientes de que estamos en una buena dinámica y hay que mantenerla, aunque lo importante al final es no mirar más allá del próximo partido", subraya ante el duelo frente al primer clasificado y el que le sucederá, ante el Rayo, segundo en la tabla."El que esté más fuerte de cabeza es el que terminará arriba", subraya Rubén García. "Hay que mantener la calma. Hace un mes y medio parecía que estábamos muy lejos del play-off y ahora parece que estamos más cerca del ascenso directo. Hay que tener la cabeza fría", concluye el valenciano.